ALÍ PRIMERA: DE LA CANCIÓN A LA REVOLUCIÓN NECESARIA
Se cumplen 30 años de la siembra del Cantor del Pueblo, Alí Primera, un hijo de la Patria venezolana que dejara como legado la Canción Necesaria, inspirada en el pensamiento bolivariano, el antimperialismo y la solidaridad.
El 16 de febrero de 1985 falleció Alí Primera Rossel, “El Cántor del Pueblo”, en un absurdo accidente de tránsito, ocurrido en la autopista Valle-Coche de Caracas. El panita Alí, como cariñosamente le llamaba su pueblo, plasmó en sus canciones la historia de su Patria y del mundo y su perspectiva de futuro construida en largas horas de lucha en los barrios y campos de su natal Venezuela.
Alí Primera nació en Coro, estado Falcón, el 31 de octubre de 1941. Siendo muy niño pierde a su padre en un fatal accidente durante la fuga de unos detenidos. Tras la muerte este trágico suceso, peregrinó junto a su familia, con la pobreza a cuestas recorriendo diferentes pueblos de la península de Paraguaná. En San José de Cocodite, cerca de la casa de su abuela Mamapancha y de Juan Primera, su inolvidable Tío Juan, lo encontró la música junto a cantos de Salve y bailes de violín y clarinete.
San José, Caja de Agua, Las Piedras, el barrio La Vela, en el municipio Los Taques, cerca de Punto Fijo, serían lugares donde conoció la vida a través de múltiples oficios ejercidos para ayudar a su familia. Fue lustrabotas, boxeador, pescador, cargador de maletas de los gringos; actividades que alternaba con sus estudios y su presencia como oyente del maestro Figueredo. Así recordaba pasajes de su infancia,
Me acuerdo cuando llegué tercero
en una carrera de bicicletas
y me dejaron fuera
de la lista de premios
por culpa de un gallito*
pintado en mi franela
Me acuerdo de mi primer
par de zapatos
ganado en un concurso de poemas,
me acuerdo de mi cajón de limpiabotas
"Hoy no fío, mañana sí"
escrito en mala letra
lo conserva una familia amiga
de Las Piedras
en una carrera de bicicletas
y me dejaron fuera
de la lista de premios
por culpa de un gallito*
pintado en mi franela
Me acuerdo de mi primer
par de zapatos
ganado en un concurso de poemas,
me acuerdo de mi cajón de limpiabotas
"Hoy no fío, mañana sí"
escrito en mala letra
lo conserva una familia amiga
de Las Piedras
*El Gallo Rojo es el emblema del Partido Comunista de Venezuela
De la mano de los pescadores y obreros petroleros de Paraguaná recorrió un camino en el cual conoció y se comprometío con su pueblo en su lucha por la vida; ese mismo pueblo que con ternura conservó la esperanza y le enseño el camino de la humanidad y del canto por los pobres...
Me acuerdo de Salvador, el albañil
leyéndome trozos del Capital,
y cuando mi madre supo
que era comunista
me dijo: ¡Dios te bendiga!
porque para algo
deben servir las bendiciones
en esta vida
y salí contento al camino
lleno de alegría
y aprendí a cagarme en la libertad
que defiende Superman
porque para algo
debe servir la mierda
en esta vida.
leyéndome trozos del Capital,
y cuando mi madre supo
que era comunista
me dijo: ¡Dios te bendiga!
porque para algo
deben servir las bendiciones
en esta vida
y salí contento al camino
lleno de alegría
y aprendí a cagarme en la libertad
que defiende Superman
porque para algo
debe servir la mierda
en esta vida.
En 1960 se traslada a Caracas con el proyecto de culminar sus estudios. Culmina su bachillerato en el “Liceo Caracas”, donde conoce a Ángela de Rengifo y a César Rengifo, quienes serán importantes en el pensamiento de quien sería el cantor del pueblo venezolano. En 1964 ingresa en la Universidad Central de Venezuela a estudiar química.
Corrían los años 60’ cuando la democracia fue traicionada en Venezuela por el bipartidismo social demócrata y social cristiano, la represión era brutal contra el pueblo. La Revolución Cubana se levantaba como ejemplo y esperanza de la juventud que lucha por la democracia. En 1967 el asesinato del Comandante Che Guevara sacudió al continente; las manifestaciones contra el crimen son seguidas del allanamiento a las residencias estudiantiles; Alí es detenido y llevado a los sótanos de ls Dirección General de Policía Política. Allí escribe su primera canción de contenido social, “Humanidad”, un poema al hombre y la mujer nueva que adquiere conciencia y emprende el camino de la libertad.
En 1968 viaja a Rumania becado por el Partido Comunista a estudiar Tecnología del Petróleo. En Europa graba el disco Gente de mi tierra, un canto dedicado a su pueblo al que llama a la unidad para hacer la Revolución...
Vamos gente de mi tierra
que llevas a cuesta
una gran decepción
vamos gente de mi tierra
luchemos, luchemos
por un mundo mejor
.....
estudiante que llevas
en el pecho un gran corazón
tu Patria Venezuela
espera mucho de tu tesón
busca a la clase obrera
y haz con ella la Revolución
que llevas a cuesta
una gran decepción
vamos gente de mi tierra
luchemos, luchemos
por un mundo mejor
.....
estudiante que llevas
en el pecho un gran corazón
tu Patria Venezuela
espera mucho de tu tesón
busca a la clase obrera
y haz con ella la Revolución
En 1973 vuelve a la Patria y se incorpora a la lucha político-electoral en el Partido Comunista, apoyando a José Vicente Rangel con el llamado a “la unidad nacional”. Su decisión de dedicar su vida a la liberación de su pueblo y al canto le lleva a estar en contacto directo con la gente del campo, de los barrios. Aún las barridas de Caracas y de Venezuela recuerdan sus tomas culturales con la canción necesaria
"Nuestro canto no es de protesta, porque no hacemos una canción por malcriadez, no la tomamos para encumbrarnos ni hacernos millonarios, es una canción necesaria. (...) cada día nos motiva a hacerla más profunda, pues un hombre armado de una canción y una poesía humana, es un hombre desarmado para la envidia y para ser un hombre malo. (...) No canto porque existe la miseria, sino porque existe la posibilidad de borrarla, de erradicarla de la faz de la tierra".
Un canto rico en ritmos tradicionales venezolanos, con la fuerza y la potencia de la canción latinoamericana que le consagraría con el mejor título que artista venezolano pueda lucir, otorgado por su gente: “El cantor del pueblo venezolano”.
Su canción, ejemplo para la juventud y gran movilizadora social, se escuchaba en toda la Patria, a pesar de la censura de los gobiernos de turno. En los callejos de las barriadas se escuchaba un canto que no claudicaba, antimperialista, de raíz bolivariana.
Perdóneme Tío Juan
pero se ve que no sabe nada
las cosas que yo le digo
se sienten en carne propia
que en tierra venezolana
el imperialismo yankee
hace lo que le dá la gana
Es que usted no se ha paseado
por un campo petrolero
usted no ve que se llevan
lo que es de nuestra tierra
y sólo nos van dejando
miseria y sudor de obrero
y sólo nos van dejando
miseria y sudor de obrero
Los niñitos macilentos
que habitan allá en los cerros
más que vivir agonizan
entretejiendo sus sueños
pero se ve que no sabe nada
las cosas que yo le digo
se sienten en carne propia
que en tierra venezolana
el imperialismo yankee
hace lo que le dá la gana
Es que usted no se ha paseado
por un campo petrolero
usted no ve que se llevan
lo que es de nuestra tierra
y sólo nos van dejando
miseria y sudor de obrero
y sólo nos van dejando
miseria y sudor de obrero
Los niñitos macilentos
que habitan allá en los cerros
más que vivir agonizan
entretejiendo sus sueños
Su canto de amor, ternura y Revolución quedó registrado en la siguiente discografía: (1969) Vamos gente de mi tierra; (1969) Canciones de protesta; (1971) Guerra larga; (1973) Canciones del Tercer Mundo para un solo mundo; (1974) Lo primero de Alí; (1974) Adios en dolor mayor; (1974) Canción para los valientes; (1975) La patria es el hombre; (1976) Canción mansa para un pueblo Bravo; (1977) Cuando nombro la poesía.
Caracas aún recuerda su espíritu solidario. Los venezolanos fueron testigos de los llamados de Alí a la solidaridad con las luchas de los pueblos de El Salvador, Nicaragua, Chile, Cuba, Colombia. Por su compromiso con su pueblo y las causas de los pueblos del mundo fue perseguido, su vivienda fue allanada, su música censurada en radio y televisión; no obstante nunca vendió su canto ni nadie logró callarlo.
Me acuerdo del obrero que me dijo
no vendas tu canto
que si lo vendes, me vendes
que si lo vendes, te vendes.
no vendas tu canto
que si lo vendes, me vendes
que si lo vendes, te vendes.
Su voz se sembró en el pueblo venezolano, que reconoció el trabajo militante del canto libre de Alí. Como dijera a la prensa cubana,
"yo creo que la militancia dentro de la canción, de la que habló Víctor Jara y [Daniel) Viglieti, no es la de militar en un partido revolucionario. Se trata de militar en el trabajo, de saber cómo es el trabajo de difícil en el barrio: al comienzo la gente puede ser que rechace la canción, porque es tal su alineación que tal vez haya un acomodo a las injusticias, que tal vez haya un rechazo y hasta te digan algo que pueda ser hiriente (…) La militancia es [consiste en] insistir ahí, porque la insistencia es lo que implica el trabajo revolucionario".
No se equivocaba. Su canto acompañó al pueblo en la insurrección popular de 1989, en la rebelión de 1992 y en la Revolución Bolivariana que tomaba el cielo por asalto en 1999. Como expresara el Líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, en una visita a la casa del cantautor, “Alí, tu canto siempre fue arma para la lucha, tu ejemplo y tu guitarra van grabados en nuestras banderas.”
Su cuerpo quedó sembrado en Paraguaná, pero Alí, el inmortal, el Cantor del Pueblo vive en ese pueblo que hacen de la canción, la Revolución necesaria. Esa por la que entregó su vida.
Fuente: teleSur