Cartel para el 45 aniversario del Partido Comunista de Euskadi.
El Partido Comunista de Euskadi había nacido en 1935 como parte del
Partido Comunista de España, en el que algunos vascos (como Dolores
Ibárruri, Leandro Carro, Facundo Perezagua o Vicente Uribe) tuvieron un
papel destacado en sus distintas etapas.
Hijo de la clase trabajadora y militante del Partido Comunista de Euskadi, Ibarrola trata durante los años 50, 60 y 70 de formular en esa línea internacional, un arte a la vez moderno y renovador, eficaz desde el punto de vista político y accesible para amplios sectores de la población. Pinta barrios obreros, trabajadores, fábricas, accidentes laborales, huelgas, manifestaciones y represión, mucha represión. No es el tipo de arte que precisamente más agrade a los poderes culturales de la España franquista.
Su arte, en las antípodas del régimen, se encuentra plenamente conectado con lo que otros artistas de izquierdas están haciendo en toda Europa y en todo el mundo: un nuevo realismo con un fuerte contenido social y político.
Marginado de los grandes espacios expositivos, Ibarrola busca circuitos alternativos para hacer llegar su obra. En esa búsqueda de popularizar el arte encontrará en el grabado una expresión relativamente barata y fácil de exponer, que permite acercar su obra a grandes públicos, pero que también es útil para su reproducción en masa en carteles, revistas y postales. Fruto de este interés impulsa en 1962 junto a otros artistas vascos Estampa Popular de Bizkaia, declinación local del movimiento Estampa Popular en el que militan artistas de izquierdas de toda España.
Pero 1962 será por otros motivos un año importante en la vida de Ibarrola. Esa primavera una importante movilización obrera estalla en las cuencas mineras asturianas. De ahí el movimiento huelguístico se expande como una mancha de aceite hacia el resto de España. El País Vasco será uno de los lugares donde el seísmo iniciado en los pozos mineros del Caudal y el Nalón tenga réplicas más fuertes. Ibarrola, que participa como militante comunista en la extensión del movimiento, es detenido y salvajemente torturado por la policía. Estará en prisión hasta 1965. En 1967 vuelve a ser detenido. Esta vez la estancia en la cárcel se prolongará más: hasta 1973. A pesar del encarcelamiento seguirá dibujando y pintando. Una vez en libertad no se librará del hostigamiento de la ultraderecha, que en 1975 incendia su casa y estudio.
Partidario de una izquierda federalista y vasquista, este vasquismo también se refleja en sus obras de arte, muchas veces encargos para organizaciones en las que milita. Realiza carteles para CCOO y el PC de Euskadi, del que elabora su nuevo logotipo, resaltando su singularidad y vasquidad.
Fuente: Nortes