La Sinfonía Nº 12 en Re menor Op. 112, subtitulada «El año 1917» fue estrenada en Leningrado el 1 de octubre de 1961 por la Orquesta Filarmónica de Leningrado bajo la dirección de Yevgeny Mravinski.
A lo largo de 1917 aquel niño prodigio, precoz pianista de 11 años, Dmitri Dmitrievich Shostakovich fue testigo de la gran sucesión de acontecimientos en la agitada capital imperial rusa. Petrogrado, denominación que sustituyó a San Petersburgo en 1914, sufrió durante febrero y marzo del 17 una serie de revueltas, huelgas y altercados públicos, denominados en su conjunto Revolución de Febrero, que motivaron la abdicación del zar Nicolas II y la creación del gobierno provisional de Kerensky. En abril, los inquietos habitantes de la estremecida ciudad celebran la llegada desde el exilio de Vladimir Ilich Lenin a la Estación Finlandia, con lo que se fortalece el creciente poder de los bolcheviques en el soviet de Petrogrado y el consiguiente asalto al poder, que culminará con la revolución de octubre y el nacimiento de la Unión Soviética.
Desde los años treinta Shostakovich había anunciado su intención de componer una obra de grandes dimensiones para describir la figura de Lenin. «Ya sea una sinfonía, una cantata, un oratorio o un poema sinfónico, es lo mismo. No lo tengo previsto, pero sí sé que dar cuerpo a la imponente imagen del hombre más importante de un tiempo tan complejo como el que hemos vivido necesita del uso de todos los recursos creativos posibles». Así se expresaba en 1959, tras diversos fracasos para componer algo en honor del líder de la revolución bolchevique.
En 1960 se afilió al Partido Comunista y al año siguiente compuso la Sinfonía nº12 a la memoria de Lenin.
Con una duración de entre 40 y 45 minutos, se desarrolla una obra descriptiva, en la que cada movimiento es un cuadro alusivo a la revolución que terminó con el triunfo bolchevique, pese a ejecutarse sin pausas entre ellos.
El primer movimiento Petrogrado Revolucionario (Moderato-Allegro-Più mosso-Allegro), un muy académico movimiento en el que entronca con la anterior sinfonía, ya que como tema principal usa la conocida canción La Varsoviana para describir el ánimo inflamado e imparable de los habitantes de la revuelta ciudad, así el tema secundario se enfrenta al primario describiendo un panorama de acciones clandestinas, movimientos secretos que al final concluyen con la explosión del tema principal en un enfático todo orquestal que transmite la idea del triunfo revolucionario. Todo dentro de un esquema clásico de forma sonata que hubiera hecho las delicias tanto de su profesor Glazunov como de los teóricos del realismo socialista.
El segundo movimiento (Allegro continuando-Adagio) se denomina Razliv y hace referencia al lugar donde se encontraba el cuartel general de Lenin a las afueras de Petrogrado, en el golfo de Finlandia. Un oscuro adagio de aproximadamente 14 minutos basado en la marcha funeral por los caídos en la Revolución de la 11ª sinfonía, nos pinta un frío y desolado paisaje del duro invierno ártico.
Aurora es el nombre del tercer movimiento (Adagio continuando-Allegro), de corta duración, sobre 4 minutos, y es un homenaje al acorazado de la armada imperial del mismo nombre. Sus disparos sobre el Palacio de Invierno son tenidos como la marca de salida de la revolución bolchevique del ’17. Con su estilo propio e inconfundible, las cuerdas en pizzicato describen la determinación de la marinería, determinación que se nos ofrece aumentada con la incorporación de nuevos grupos instrumentales, confluyendo de nuevo en las notas de la revolucionaria La Varsoviana, el final del scherzo va, por supuesto, a cargo de la percusión simulando el cañoneo sobre el palacio.
El cuarto movimiento recibe el nombre de La caída de la Humanidad (Allegro continuando-Allegretto-Moderato) y trata de describir una idílica sociedad socialista guiada por Lenin. De aproximadamente 11 minutos trasmuta la marcha funeral del segundo movimiento en una marcha triunfal que progresivamente va acercándose a un final apoteósico.
Fuente: Oído Fino