DEL 10 DE FEBRERO AL 18 DE MAYO DE 2015
Equipo Crónica fue constituido en 1964 por tres artistas valencianos, Rafael Solbes (1940-1981), Manuel Valdés (1942) y Joan Antoni Toledo (1940-1995), quien abandonaría a los pocos meses el grupo. A lo largo de los años en los que estuvo activo, hasta 1981, año del fallecimiento de Solbes, tuvo una amplia proyección pública en el arte español y una presencia significativa en los ambientes artísticos de Francia, Italia y Alemania.
Apenas cumplidos cincuenta años desde la fundación del grupo, el Museo de Bellas Artes de Bilbao le dedica, la más amplia exposición retrospectiva realizada hasta el momento (la última la organizó el Instituto Valenciano de Arte Moderno en 1989 y viajó, después, al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía), que recorre todas las etapas creativas del Equipo, desde 1964 hasta 1981.
La muestra incorpora obras importantes procedentes de numerosas colecciones públicas y privadas, entre las que destaca el amplio conjunto cedido por el IVAM. Las cerca de ciento cincuenta piezas reunidas se presentan en dos espacios del museo: en la sala BBK, 74 pinturas y esculturas articuladas en diversas series; y en la sala 33 (segundo piso del edificio moderno), 72 dibujos, grabados, carteles y documentación original del movimiento Estampa Popular de Valencia, del que Solbes, Toledo y Valdés participaron antes de formar Equipo Crónica. Se recogen también aquí los comienzos de la propuesta artística del Equipo.
El proyecto ha contado con el comisariado de los historiadores Tomàs Llorens Serra -quien elaboró los textos que en su día sirvieron como base teórica al grupo- y Boye Llorens Peters. El catálogo editado por el museo con ocasión de la exposición incluye textos del propio Tomàs Llorens y del también prestigioso historiador Valeriano Bozal. Junto a ellos, se publica una exhaustiva cronología a cargo Michèle Dalmace, autora del catálogo razonado de Equipo Crónica y con quien el museo ya colaboró en 1988 para la publicación del catálogo de la obra gráfica y de los múltiples.
Al calor del pop y de la llamada nueva figuración, Equipo Crónica se dio a conocer en distintas exposiciones en París durante los años sesenta del pasado siglo. El trabajo anónimo y en grupo, el uso de tintas planas, la articulación de los trabajos en series, la evocación de imágenes procedentes de los medios de comunicación y la apropiación crítica de referencias a la historia y al arte, fueron los principales rasgos de su actividad creadora, deliberadamente vinculada a la realidad sociopolítica española del momento. Es precisamente esa capacidad para evocar visualmente la época de la historia española que coincide, aproximadamente, con el último decenio del régimen franquista y el inicio de la transición a la democracia una de las principales características distintivas del grupo.
RECORRIDO EXPOSITIVO. Sala 33 (segundo piso del edificio moderno)
1.- Estampa Popular de Valencia y los comienzos de Equipo Crónica
Se muestran en esta sala obras del movimiento Estampa Popular, que apareció en Madrid en 1959 encabezado por José García Ortega y se extendió después a otros lugares, como el País Vasco, con Agustín Ibarrola, por citar sólo un ejemplo cercano. A Valencia llegó en 1963 y tuvo su origen en una exposición colectiva en Italia dedicada al arte antifranquista español, promovida por prestigiosos críticos como Giulio Carlo Argan o Mario de Micheli. En las reuniones previas participaron Solbes, Valdés y el comisario de esta exposición, y llegaron a la conclusión de que los objetivos y los medios de Estampa Popular -lucha contra de la dictadura franquista, poética realista frente al predominio de las tendencias abstractas y reivindicación de la estampa como medio de expresión- eran insuficientes y que, por tanto, se hacía necesaria la creación de una nueva entidad artística. De este modo, entre noviembre y diciembre de 1964, nacía en Valencia Equipo Crónica, cuyo trabajo se imbricó con el de Estampa Popular en estampas, carteles, calendarios, postales y cómics durante dos o tres años. Pero pronto surgió la necesidad de trabajar con temas más cercanos a la actualidad social y política del momento, siempre desde presupuestos realistas. Comenzó así el uso de imágenes procedentes de los medios de comunicación y de la publicidad, pero siempre con un enfoque sistemáticamente reflexivo y una posición de distanciamiento subrayada por el anonimato de las obras. Para ello se valieron, al menos hasta 1966, de procedimientos como la reproducción, la reiteración y la deformación de las imágenes.
RECORRIDO EXPOSITIVO. SALA BBK (vestíbulo de entrada)
2.- Primeras series (1967-1971)
1967 fue un año decisivo para el grupo pues expusieron con gran repercusión en París, Valencia, San Sebastián y Barcelona. Dieron comienzo al método de la seriación con un primer conjunto de obras realizadas entre 1967 y 1969 que llevó por título La recuperación. Contrapusieron imágenes de los medios de comunicación de masas con otras procedentes de la pintura española de los siglos XVII y XVIII, de El Greco, Velázquez, Goya, entre otros, utilizando su carga icónica para satirizar acontecimientos y aspectos de la actualidad política y social española del momento. Esta reacción al entorno formó parte de la metodología creativa del Equipo. Son los años en los que el Ministerio de Información y Turismo, con Manuel Fraga al frente, ideó una serie de campañas con el objetivo de ofrecer una imagen pacífica de la dictadura franquista y de atraer el turismo internacional, los años del "Spain is different". La "apropiación" de la escuela española continuó con Guernica 69, una serie que se presentó en 1969 en la galería Grises de Bilbao. El tema central fue el intento de recuperación, a finales de 1968, del cuadro de Picasso depositado en el MOMA de Nueva York. A partir de este hecho Equipo Crónica elaboró una de sus series más conseguidas, un relato imaginario del ansiado retorno de la obra más célebre del arte del siglo XX. La tercera serie de este periodo es Autopsia de un oficio, una reflexión sobre el oficio de pintar concentrado, de nuevo, en otro ejemplo paradigmático de la pintura española, Las Meninas de Velázquez.
3.- Serie Policía y cultura (1971)
Esta serie, a pesar de responder también a los acontecimientos externos, es una ruptura con las anteriores. Son tiempos de represión y agitación callejera sindical y estudiantil que tuvieron el mayo del 68 parisino como detonante. Con el dictador debilitado y el miedo a un final agitado del régimen se declaró el estado de excepción, del que el Proceso de Burgos es quizá el episodio más señalado. Solbes y Valdés también recibieron la visita intimidatoria de la brigada político-social. En este ambiente de represión pintaron grandes cuadros que fueron expuestos en el Colegio de Arquitectos de Cataluña. El año anterior lo había hecho Miró con un gran friso efímero que él mismo destruyó dos meses más tarde. Las obras del Equipo, que viajaron después a Madrid y a otras ciudades españolas, son telas de grandes dimensiones (200 x 200 cm) que incluyen policías que amenazan o agreden. La influyente revista Triunfo les dedicó la portada -ya lo había hecho en otra ocasión- y el escritor Manuel Vázquez Montalbán, un extenso artículo. Los artistas de Barcelona, sin embargo, censuraron el "panfleto plástico", en palabras de la crítica Mª Lluïsa Borrás, que, con ese título, publicó otro artículo en la revista Destino, defendiendo posiciones conceptuales y tachando de oportunista el trabajo de Equipo Crónica.
4.- Serie negra (1972)
Esta serie es una de las más homogéneas y, también, una de las más conseguidas. La violencia y las escenas de acción de la novela policiaca y del cine negro norteamericano son el referente de todos estos cuadros aunque, una vez más, los temas se entrelazan con el cuestionamiento de la propia actividad creativa. En esta serie la ficción funciona como metáfora de un clima genérico de violencia que afecta, también, al ámbito de la creación pictórica.
5.- Serie Retratos, bodegones y paisajes (1972-1973)
Fue pintada para la primera exposición individual francesa del grupo que tuvo lugar en la galería Staedler de París, por iniciativa del pintor Antonio Saura. En ella Solbes y Valdés volvieron a la pintura de la escuela española, pero esta vez exploraron sus géneros tradicionales basándose no sólo en los temas sino dando también una nueva interpretación a sus cualidades pictóricas. Son, una vez más, cuadros de cuadros, pero buscando nuevos efectos técnicos y enfatizando los elementos propios de la pintura que, irónicamente, se extiende al marco de las obras.
6.- A vueltas con la pintura (1973-1975)
Durante este periodo el Equipo continuó el proceso de reflexión sobre el papel del arte y los artistas plasmado en la serie Oficio y oficiantes y, paradigmáticamente, en el múltiple El pintor pintado. Frente a las propuestas neovanguardistas de los años setenta, que, con Joseph Beuys a la cabeza, construyen la imagen del artista como chamán, Equipo Crónica ofrece una imagen de normalidad que en Ver y hacer pintura parece indicar cierta crisis creativa que da inicio a un periodo de búsquedas y, quizá por ello, de series inacabadas. En La subversión de los signos recuperan la idea de la importancia del realismo para el arte del siglo XX, contraponiendo imágenes de Gutiérrez Solana y Schad o de Heartfield y Lissitzky. Dos obras fundamentales de este periodo sin adscripción segura a ninguna serie son Guernica cortado y Testigo ocular, una particular visión de la pintura de historia en donde subyacen Manet y Ernst, y de nuevo la reflexión sobre la pintura que marca todo este periodo.
7.- ¿Un arte político? Encuentros de Pamplona. El cartel. El paredón. La trama (1972-1977)
La vuelta al enfoque político explícito en el ideario de Equipo Crónica tuvo lugar entre 1972 y 1977 a través de las series El cartel, El paredón y La trama, a las que dio inicio la acción llevada a cabo en los Encuentros de Pamplona, un episodio mítico del arte español contemporáneo impulsado por el compositor Luis de Pablo y patrocinado por la familia Huarte. En 1972 el Equipo fue invitado a participar en este festival cultural y decidió aprovechar la ocasión para denunciar la situación de libertad vigilada del momento. Creó para ello 100 múltiples de cartón piedra -El espectador de espectadores- caracterizados como agentes de la brigada político-social. La acción terminó en fracaso, convertida por los asistentes en un happening del que las autoridades fingieron no darse por enteradas. Un año más tarde, y por iniciativa del pintor Antonio Saura, el Equipo participó en la Bienal de París con la serie El cartel como respuesta a las críticas que Mª Lluïsa Borrás les hizo un par de años antes. Las cinco grandes telas que pretendían demostrar que el arte puede hablar de política sin revestirse de carácter panfletario no lograron despertar el interés de la crítica. En 1975 se presentó en la Bienal de Venecia Variaciones sobre un paredón, una serie menos ambiciosa que alude a los últimos fusilamientos de la dictadura de Franco y retorna al planteamiento objetivo a partir de un hecho concreto de la actualidad política y social española. Poco después el Equipo abordó La trama, destinada, esta vez con el apoyo del pintor Eduardo Arroyo, a una exposición en París. Recogían en una docena de trípticos diversos aspectos de la biografía del dictador e incluían un espectador de espaldas. Pero la muerte de Franco en noviembre de 1975 dio paso al progresivo camino hacia la democracia en el periodo conocido como "la transición". Para artistas que como Arroyo, Solbes y Valdés, que se habían significado tanto contra el franquismo, la muerte del dictador supuso un enorme cambio en su trabajo y en sus relaciones profesionales.
8.- La partida de billar (1977)
Esta serie, expuesta en Barcelona en 1978, supone la resolución de la crisis en la que el Equipo entró en 1973, reforzando su original personalidad artística e ignorando el apartamiento de los escenarios artísticos europeos en boga. Recoge la iconografía decadente de un antiguo salón de billar valenciano, enfatizando los aspectos narrativos y las cualidades pictóricas, extraídos a partir de imágenes tomadas por ellos mismos y por su amigo el fotógrafo Francisco Alberola. En palabras del comisario de esta exposición, la serie contiene, junto con la Serie negra, "algunos de los puntos más altos de la producción del equipo".
9.- Últimas series (1977-1981)
Durante los cuatro últimos años de actividad del Equipo, Solbes y Valdés trabajaron diversas series como Los viajes o Paisajes urbanos sin demasiada fortuna crítica. En Crónica de la transición reflejaron el episodio de la llegada del Guernica a España como alegoría del compromiso político de Picasso. Mientras, en la inacabada Lo público y lo privado volvieron a indagar en la idiosincrasia de la pintura. La muerte de Sobes en 1981 puso punto final en la trayectoria del Equipo Crónica y con ello a uno de los episodios más significativos del arte español del sigo XX.
'El intruso' 1969, perteneciente a la serie 'Guernica 69', de Equipo Crónica
La derrota de Samotracia, 1972, Serie negra