DEL 5 DE FEBRERO AL 5 DE JULIO DE 2015
El Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM, Valencia) presenta la exposición 'Tristes Armas. Josep Renau y Martha Rosler ante la guerra', un diálogo entre los dos artistas que invita a reflexionar sobre el fenómeno de la guerra y su actualidad que incluye más de 90 obras.
Comisariada por Juan Vicente Aliaga, esta muestra incluye piezas de la etapa valenciana de Renau (1907-1939), de su exilio en México (1939-1958) y de su fase en el Berlín comunista (1958-1982), que dialogan con obras de Rosler sobre la Guerra de Vietnam (1967-1972) y los conflictos bélicos de Afganistán e Irak (2004 y 2008).
El título, Tristes Armas, está basado en dos palabras extraídas de unos emotivos versos de Miguel Hernández, procedentes de Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941). Este poema escrito en tiempos aciagos y de brutal irrupción de la fuerza militar (el golpe de estado de Franco en 1936) supone un reconocimiento atribulado de la derrota de la palabra, del fracaso de los sentimientos y de los afectos frente a la fría lógica bélica.
Conciencia del desastre
La historia del siglo XX está surcada de numerosos conflictos políticos, económicos y territoriales que se han saldado con el uso de la violencia. Estos conflictos (I Guerra Mundial, Guerra Civil Española, II Guerra Mundial, Vietnam, Guerra Árabe-Israelí, Guerra por la Independencia de Argelia, Guerras Civiles Libanesas, Guerras Yugoslavas…) han dejado una huella de destrucción y odio. El siglo XXI no ha empezado mejor y muchas contiendas ocupan en la actualidad la atención de los medios de comunicación.
La conciencia del desastre que supone la guerra ha conducido a distintos sectores sociales a movilizarse, entre los que se encuentra también el arte, donde se han alzado voces críticas ante estos enfrentamientos. Pero pocos lo han hecho con la perseverancia y clarividencia de los dos creadores reunidos en esta exposición: el valenciano Josep Renau (1907-1982) y la estadounidense Martha Rosler (1943).
Militante comunista
Renau mantuvo una posición militante desde planteamientos comunistas durante la Guerra Civil. Años después, ya en el exilio, diseccionó con atención el imperialismo estadounidense y las consecuencias brutales de su afán de expansión y poder.
Fue en México donde Renau realizó un conjunto de obras en la que atacaba las bases del capitalismo y el poder omnímodo de la burguesía. También sería durante el periodo mexicano el momento en que Renau concibió su serie de fotomontajes más logrados estética y políticamente: The American Way of Life.
En esta serie, aunque no únicamente, el imperialismo norteamericano asoma en su intento de controlar Cuba y también en las masacres de Vietnam. Para Renau todo ello es fruto de un sistema social que mercantiliza la vida. Por ello, la sociedad de consumo que emerge de la II Guerra Mundial es blanco de su ironía. Una sociedad en la que el cuerpo de la mujer es también un objeto más de consumo.
A lo largo de su vida siguió centrando su mirada escrutadora en los conflictos bélicos, tanto en México como en la República Democrática Alemana. La presencia de las armas en su obra es abrumadora. Figura tanto en sus témperas para el mural La marcha de la juventud hacia el futuro (1973) como en obras anteriores, por ejemplo en Patria o muerte (1961) o en La patria mexicana defendida por sus hijos (1943).
Renau sostenía que la garantía de la existencia de naciones que no aceptaban las injerencias de otras, claramente se refería a Estados Unidos, se basaba en el mantenimiento de una industria armamentística propia. Las armas están presentes, incluso en su función de propaganda, en toda la trayectoria de Renau como garantía, a su juicio, de la defensa de los pueblos oprimidos.
Posición feminista
En el caso de Martha Rosler fue la guerra de Vietnam lo que motivó algunos de sus primeros fotomontajes a finales de los años 60. Rosler quería traer mental y visualmente las batallas de Vietnam a los hogares estadounidense. Pretendía de ese modo romper la comodidad e indiferencia de la sociedad de su país ajena a los crímenes que su Ejército estaba perpetrando a muchos miles de kilómetros de distancia.
Desde una posición feminista, Rosler recortó imágenes procedentes de revistas que eran consumidas sobre todo por mujeres para ‘problematizar’ la idea de hogar, ese hogar del que carecían los vietnamitas, que huían de los bombardeos y del napalm. Rosler incidió particularmente en este aspecto en su serie House Beautiful. Bringing the War Home (1967-1972), pues los espacios en los que aparecen soldados e imágenes bélicas son aquellos en los que las mujeres, privadas de acceso a la vida pública, al trabajo, a la formación, pasan su vida.
Recientemente, Martha Rosler ha vuelto a abordar la cuestión de la guerra centrándose en la invasión de Afganistán e Irak en los años 2004 y 2008. Lo que viene a plantear es que, al menos desde Vietnam, la atroz beligerancia de los distintos gobiernos estadounidenses no ha cambiado, y que la sed de guerra continúa. Y por ello es preciso seguir produciendo imágenes que pongan en evidencia esos hechos.
Fuente: hoyesarte
El Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM, Valencia) presenta la exposición 'Tristes Armas. Josep Renau y Martha Rosler ante la guerra', un diálogo entre los dos artistas que invita a reflexionar sobre el fenómeno de la guerra y su actualidad que incluye más de 90 obras.
Comisariada por Juan Vicente Aliaga, esta muestra incluye piezas de la etapa valenciana de Renau (1907-1939), de su exilio en México (1939-1958) y de su fase en el Berlín comunista (1958-1982), que dialogan con obras de Rosler sobre la Guerra de Vietnam (1967-1972) y los conflictos bélicos de Afganistán e Irak (2004 y 2008).
El título, Tristes Armas, está basado en dos palabras extraídas de unos emotivos versos de Miguel Hernández, procedentes de Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941). Este poema escrito en tiempos aciagos y de brutal irrupción de la fuerza militar (el golpe de estado de Franco en 1936) supone un reconocimiento atribulado de la derrota de la palabra, del fracaso de los sentimientos y de los afectos frente a la fría lógica bélica.
Josep Renau. Las hembras no deben luchar, 1972.
Conciencia del desastre
La historia del siglo XX está surcada de numerosos conflictos políticos, económicos y territoriales que se han saldado con el uso de la violencia. Estos conflictos (I Guerra Mundial, Guerra Civil Española, II Guerra Mundial, Vietnam, Guerra Árabe-Israelí, Guerra por la Independencia de Argelia, Guerras Civiles Libanesas, Guerras Yugoslavas…) han dejado una huella de destrucción y odio. El siglo XXI no ha empezado mejor y muchas contiendas ocupan en la actualidad la atención de los medios de comunicación.
Josep Renau. Liberación de nuestro territorio de las fuerzas invasoras italianas y alemanas, 1938.
La conciencia del desastre que supone la guerra ha conducido a distintos sectores sociales a movilizarse, entre los que se encuentra también el arte, donde se han alzado voces críticas ante estos enfrentamientos. Pero pocos lo han hecho con la perseverancia y clarividencia de los dos creadores reunidos en esta exposición: el valenciano Josep Renau (1907-1982) y la estadounidense Martha Rosler (1943).
Militante comunista
Renau mantuvo una posición militante desde planteamientos comunistas durante la Guerra Civil. Años después, ya en el exilio, diseccionó con atención el imperialismo estadounidense y las consecuencias brutales de su afán de expansión y poder.
Fue en México donde Renau realizó un conjunto de obras en la que atacaba las bases del capitalismo y el poder omnímodo de la burguesía. También sería durante el periodo mexicano el momento en que Renau concibió su serie de fotomontajes más logrados estética y políticamente: The American Way of Life.
En esta serie, aunque no únicamente, el imperialismo norteamericano asoma en su intento de controlar Cuba y también en las masacres de Vietnam. Para Renau todo ello es fruto de un sistema social que mercantiliza la vida. Por ello, la sociedad de consumo que emerge de la II Guerra Mundial es blanco de su ironía. Una sociedad en la que el cuerpo de la mujer es también un objeto más de consumo.
A lo largo de su vida siguió centrando su mirada escrutadora en los conflictos bélicos, tanto en México como en la República Democrática Alemana. La presencia de las armas en su obra es abrumadora. Figura tanto en sus témperas para el mural La marcha de la juventud hacia el futuro (1973) como en obras anteriores, por ejemplo en Patria o muerte (1961) o en La patria mexicana defendida por sus hijos (1943).
Josep Renau. Patria o muerte, 1961
Renau sostenía que la garantía de la existencia de naciones que no aceptaban las injerencias de otras, claramente se refería a Estados Unidos, se basaba en el mantenimiento de una industria armamentística propia. Las armas están presentes, incluso en su función de propaganda, en toda la trayectoria de Renau como garantía, a su juicio, de la defensa de los pueblos oprimidos.
Posición feminista
En el caso de Martha Rosler fue la guerra de Vietnam lo que motivó algunos de sus primeros fotomontajes a finales de los años 60. Rosler quería traer mental y visualmente las batallas de Vietnam a los hogares estadounidense. Pretendía de ese modo romper la comodidad e indiferencia de la sociedad de su país ajena a los crímenes que su Ejército estaba perpetrando a muchos miles de kilómetros de distancia.
Martha Rosler. House Beautiful. Bringing the War Home (1967-1972)
Desde una posición feminista, Rosler recortó imágenes procedentes de revistas que eran consumidas sobre todo por mujeres para ‘problematizar’ la idea de hogar, ese hogar del que carecían los vietnamitas, que huían de los bombardeos y del napalm. Rosler incidió particularmente en este aspecto en su serie House Beautiful. Bringing the War Home (1967-1972), pues los espacios en los que aparecen soldados e imágenes bélicas son aquellos en los que las mujeres, privadas de acceso a la vida pública, al trabajo, a la formación, pasan su vida.
Recientemente, Martha Rosler ha vuelto a abordar la cuestión de la guerra centrándose en la invasión de Afganistán e Irak en los años 2004 y 2008. Lo que viene a plantear es que, al menos desde Vietnam, la atroz beligerancia de los distintos gobiernos estadounidenses no ha cambiado, y que la sed de guerra continúa. Y por ello es preciso seguir produciendo imágenes que pongan en evidencia esos hechos.
Fuente: hoyesarte
Martha Rosler. Cellular, 2004.
Martha Rosler. Lounging Woman, 2004.
Martha Rosler. House Beautiful. Bringing the War Home (1967-1972)