Como miembro del Partido Comunista de España, Ibarrola es detenido en 1962 y juzgado, por un
tribunal militar, a nueve años de encarcelamiento. Dentro de la cárcel del Penal de Burgos sigue pintando y dibujando aunque no puede firmar las obras ni
exhibirlas en el exterior.
Su compromiso político le llevó a un arte de mensaje explícito, figurativo y con una elaboración cartelista y de inclinación mural, lo que también le relaciona con el arte de propaganda de los años treinta, con el realismo socialista -algunos temas y motivos compositivos pueden encontrarse en Alexander Deineka-, con Sironi y otros italianos de la época, y con los muralistas mexicanos.
Sus temas principales son el trabajo industrial y del mundo agrario y el mar, aunque en su caso, el carácter reivindicativo es más manifiesto, al reflejar los conflictos sociales y una general actitud de protesta, cuando no la imagen de un proletariado engrandecido por su destino histórico. Sus xilografías de los años 1960-1970 dan testimonio de los episodios más significativos de la lucha social en Bizkaia.
Su obra fue haciéndose cada vez más simplificada y dibujística dentro de su interés por la nitidez del mensaje. Obrero arengando, obra temprana de su figuración social, quiere describir en clave expresionista la imagen de un episodio fabril combativo. (Javier Viar)