América fue uno de los principales destinos de la corriente de exiliados españoles que abandonaron el país a causa de la Guerra Civil. Pese a su dimensión, Puerto Rico, y su capital, San Juan, fueron el destino de un grupo de muy destacadas figuras de ese exilio, y su presencia en la isla tuvo un intenso impacto en la vida cultural e intelectual de la isla. Fue también frecuente la visita de españoles exiliados en otros países (México, Cuba, Argentina, EEUU, etc.), que fueron a la isla invitados para impartir conferencias.
La muestra reconstruye el amplio contexto del exilio intelectual español en Puerto Rico, atendiendo a la vida cultural diaria de estos exiliados (sus proyectos, sus publicaciones, sus colaboraciones y amistades). Una relación somera de los intelectuales y artistas españoles que hicieron de Puerto Rico su hogar y que participaron intensamente en la vida sociocultural de la isla, puede darnos una idea de la relevancia de dicha presencia: Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí, Pau Casals, Pedro Salinas, María Zambrano, Jorge Guillén, Francisco Ayala, Federico de Onís o Aurora de Albornoz, entre otros.
La exposición toma como hilo conductor la historia de amor y de trabajo intelectual de Juan Ramón y Zenobia, desde el inicio de su noviazgo, en la España previa a la Guerra Civil, hasta la concesión del Nobel a Juan Ramón y la muerte de ambos en San Juan de Puerto Rico. Se incorporan, también, materiales audiovisuales de la época, que completan la inmersión en este fragmento de historia compartida, junto a testimonios de intelectuales y artistas españoles y puertorriqueños de hoy, que trazan, desde nuestro siglo XXI, el sólido vínculo entre ambos espacios culturales.
El exilio intelectual español en Puerto Rico recrea el San Juan de mediados de siglo, con la figura clave de Jaime Benítez Rexach, rector de la Universidad, como motor de esta intensa vida cultural y figura clave en la acogida de españoles. Por su singularidad, Puerto Rico se convierte también en punto de encuentro y vía de proyección y comunicación con EEUU y con los países del Caribe y del resto de América Latina, desde México hasta Argentina.
La llegada de estos intelectuales a Puerto Rico se extiende a lo largo de varias décadas, entre 1930 y 1950, dando lugar a una red de confluencias impensables en la España previa a la Guerra Civil. Juan Ramón y Zenobia hacen de la isla su primer destino en 1936 y a ella volverán en 1951. Ya en los años 40, la llegada de la filósofa María Zambrano marca un punto álgido en este nuevo San Juan, que pronto recibirá a Pedro Salinas, quien escribe algunas de sus obras más importantes –como El Contemplado– inspirado por Puerto Rico, donde pedirá ser enterrado. El gran músico y compositor Pau Casals es, por otro lado, el responsable de la fundación de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico y de su Conservatorio, muestra de cómo la huella de estos exiliados se siente todavía a día de hoy. Entre la generación más joven, cabe destacar la labor importante de Aurora de Albornoz en la difusión y enseñanza de la poesía y literatura de antes y después de la Guerra. Y, por supuesto, hay que recordar a Franscisco Ayala, quien fundaría a inicios de los 50, junto con Jaime Benítez, la influyente revista ‘La Torre’.
En la exposición se exhibirán más de un centener de obras tanto de las colecciones de la BNE como de otras instituciones españolas y de Puerto Rico.
Escritores, compositores, profesores, y artistas de renombre que, junto con el resto de los exiliados españoles que Puerto Rico recibió tras la Guerra Civil, nos permiten reconstruir la historia del exilio español y expresar el justo reconocimiento y el necesario agradecimiento a Puerto Rico.
Comisario:
Ernesto Estrella Cózar
La exposición «El exilio intelectual español en Puerto Rico», que se exhibe actualmente en la Biblioteca Nacional de España, cuenta con la participación de la Fundación Francisco Ayala, que ha cedido para su exhibición cuatro documentos originales relacionados con la etapa puertorriqueña del escritor granadino: