En un momento en que la radio adquiría un gran valor comunicacional, el filósofo marxista Walter Benjamín escribió más de 80 conferencias para transmitir en un programa al que tituló La hora de la juventud. Una de esas conferencias llevaba por nombre La hora de las brujas.
Walter Benjamín, perseguido por los nazis, se fue de París e intentó cruzar la frontera española, su intención era pasar a Portugal y desde allí embarcarse para el continente americano. La policía franquista le detuvo en Port Bou, provincia de Gerona (España), y le condujo, junto a varias mujeres y hombres que buscaban refugio igualmente, a un pequeño hotel mientras decidían su futuro. Entendiendo que iba a ser entregado a la Gestapo, escribió una pequeña nota de despedida y se suicidó con pastillas de morfina que siempre llevaba encima, en septiembre de 1940. Sus acompañantes reunieron el dinero para enterrarle con dignidad e intentando preservar sus restos lejos de todo el que le conocía. , A los cinco años sus restos fueron echados a un osario. Su obra, como observador de las preocupaciones culturales populares, interroga a quien lee, reflexiona y desentraña como una gran enseñanza en el siglo XX y para siempre.
En su libro El París de Baudelaire escribió algo que nos debería hacer mirar al momento en que vivimos: Que las cosas sigan así, ahí radica la catástrofe. No ya en lo que va a suceder, si no en el estado actual de las cosas.
De su conferencias para la radio se acaba de editar la titulada Los procesos contra las brujas. En Los procesos contra las brujas expone cómo en el siglo XIV las pestes, las epidemias y otros causantes de enfermedades mortales arrasaron y llegaron al siglo XV, durante el cual los hombres dominantes de la religión explotaron sus perversiones en las mujeres o contra las mujeres, algunas porque practicaban la medicina proveniente del conocimiento de la naturaleza y sus remedios, a lo que se añadían creencias mitológicas y elaboraciones ancestrales, encantamientos y hechizos. Los poderosos, ante la muerte que se extendía, por su incapacidad para acceder al conocimiento científico debido a sus creencias obtusas, dieron rienda suelta a su odio a la mujer, la hicieron culpable y se dedicaron a perseguir, aterrorizar y matar a cuantas eran señaladas como brujas. No se puede saber cuántas mujeres fueron torturadas y sacrificadas en nombre de la religión, contraria a todo derecho y humanidad, pero se asegura que fueron cientos de miles, y quizás la cifra alcance las seis cifras. Por eso he escogido las palabras de Walter Benjamín para iluminar la época a que se refería, la que le tocó vivir y, como otras podían añadirse, también la nuestra: Que las cosas sigan así, ahí radica la catástrofe. No ya en lo que va a suceder, si no en el estado actual de las cosas.
Los terribles inquisidores llenaron dos siglos, XIV y XV, y fueron estudiados por Walter Benjamín para crear un relato explicativo a través de la radio sobre “las brujas”. La llegada del nazismo dio paso a la persecución que nos recuerda a aquellos siglos. Los momentos en que vivimos cumplen con planes que conducen a la humanidad a situaciones de terror, crisis, pandemias para doblegar y reiniciar el sistema, prohibiciones y persecuciones de conocedores, guerra declarada por supremacistas o absolutistas de hoy, … Walter Benjamín hizo su exposición de forma pedagógica, quería hacer pensar sobre el pasado y el presente, lo hacía con sentido crítico e infundiendo el interés por el saber. El texto se ve acompañado por las ilustraciones de Claudio Romo, magníficas, que hacen al texto y lo realzan, con lo que se llama a ver toda una exposición en dos dimensiones, la escrita y la pintada.
Nos queda decir que el siglo XVII se inició con un nuevo camino, se hizo viendo la continua injusticia llevada a efecto, lo que se iba exponiendo en numerosos libros en los que se cuestionaban tanto los procedimientos como las mismas teorías conque se pretendía justificar la acción criminal. Se nos advierte en el texto de que uno de esos libros denunciantes fue el Libro sobre los procesos contra las brujas, del jesuita Friedrich von Spee, libro del que Walter Benjamín concluye diciendo que era una obra que rezumaba indignación y conmiseración.
Se nos dice que Walter Benjamín, demostró con ésta obra lo necesario que es situar a la humanidad por encima de la erudición y la sutileza, y cuánta razón contienen esas palabras.
La conferencia Los procesos contra las brujas fue transmitido por Radio Berlín el 16 de julio de 1930.
Fuente: Rebelión