La “Sinfonía N° 19 en mi mayor” Op.46 fue compuesta en solamente veinte días, incluida su instrumentación para banda militar. Como se ha dicho anteriormente, la idea de su peculiar orquestación proviene de la asistencia a un concierto, en que pudo escuchar una versión de su anterior sinfonía para banda. Empezó a trabajar en ella a finales de 1938 terminando su orquestación en el mes de enero de 1939.
La obra fue escrita a petición de I. Petrov, director de la Banda de Caballería de Moscú. Su estreno tuvo lugar poco después de su composición, interpretada por la Banda Militar dirigida por I. Petrov, durante las celebraciones del 21º aniversario de la fundación del Ejército Soviético a quién la obra está dedicada. El 15 de febrero de 1939 fue retransmitida por la radio y el 22 interpretada nuevamente en la Gran Sala del Conservatorio de Moscú. Es la primera sinfonía soviética escrita para banda. Alcanzó gran popularidad, siendo una de las obras de repertorio de las bandas rusas.
En Rusia existía una gran tradición de las bandas musicales. Con los cambios políticos se formaron excelentes bandas militares, siendo tanta su importancia que sus directores llegaron a ser nombrados Generales Mayores, solo debido a sus méritos musicales. Por ello no es extraño que Miaskovsky les compusiera una sinfonía.
El primer movimiento, maestoso, allegro giocoso, empieza después de una introducción bastante solemne, con un enérgico tema de aires folclóricos heroicos. El segundo tema está escrito en el estilo de los cantos líricos rusos. Después de la recapitulación termina con una coda basada en el primer tema.
El segundo movimiento, moderato, es de ambiente lírico, como muestra su tema principal interpretado por el clarinete. El ritmo es el de un vals lento, dotado de cierta melancolía. Una música que nos recuerda el pasado. Después de una parte intermedia con una especial sonoridad evocando el deslizamiento del agua, el tema principal es repetido por la banda.
El tercer movimiento, andante serioso, es profundamente meditativo. El primer tema es grave con cierta solemnidad. La parte central es más expresiva, pero siempre conservando la gravedad en su melodía. En la última sección vuelve la gravedad de su comienzo.
El último movimiento, poco maestoso, vivo, empieza con fanfarrias anunciando un mundo de felicidad y alegría. Su tema principal es dinámico y con gran ritmo, seguido de una sección en que muestra el mundo sentimental ruso. Retorna el dinamismo de la primera parte a modo de repetición de los temas expuestos. En la parte final se interpreta nuevamente el tema principal del primer movimiento que cierra con brillantez la sinfonía.
Una composición fácil de escuchar con la que Miaskovsky hacía un homenaje a la Patria, como indica la heroica melodía del primer movimiento, mostrando las inmensas estepas y el coraje del pueblo ruso. Los movimientos intermedios muestran la nostalgia siempre asociada a este pueblo. La sinfonía termina con solemnidad, mostrando nuevamente la grandeza del pueblo ruso. El compositor había logrado hacer el tipo de música que pedía el mundo comunista.
Fuente: Historia de la Sinfonía