Estudio dadá en azotea
Rudolf Schlichter
1920
45.8 x 63.8 cm
Acuarela y tinta china sobre papel
Galerie Nierendorf de Berlín
Rudolf Schlichter, el pintor germano y uno de los principales representantes del grupo de la "Neue Sachlichkeit" (Nueva Objetividad), el movimiento pseudo-expresionista fundado en Alemania en 1922, pintó dos años antes este cuadro para la Primera Feria Internacional Dadá celebrada en Berlín en la galería de Otto Burchardt y en la que se expusieron cerca de 200 obras provenientes del movimiento dadaista europeo y que eran una crítica a la política de posguerra, al militarismo y una denuncia de las secuelas que la guerra había dejado en la sociedad en forma de miseria, hambre, prostitución, viudas sin recursos y mutilados sin posibilidad de obtener un trabajo digno.
En el marco de esa crítica artística muchas de las obras presentadas fueron versiones de obras maestras transformadas en obras satíricas en las que se mezclaban corrientes tales como la pintura metafísica, la academicista, el realismo y el expresionismo. Dentro de ese género se puede encuadrar este cuadro de Schlichter cuyo título podríamos traducir como el de "Un estudio Dadá en la azotea".
Unos meses antes de esa exposición celebrada en junio de 1920, el Museo del Louvre colgaba en sus paredes una obra deGustave Courbet que la Asociación de Amigos del Louvre había comprado por 700.000 francos a su anterior propietaria, la viuda de un tal Victor Desfossés y que había servido como telón de fondo al teatro de aficionados del Hôtel Desfossés en París. La obra en cuestión era el famoso cuadro "El estudio del pintor", cuadro que visitábamos el último día.
La noticia de esta compra y donación al Museo del Louvre debió influir en Schlichter que versionó, a su manera, el citado cuadro. Así, en él, aparece un pintor provisto de gafas y una mascara antigás, elementos usados en la pasada Guerra Mundial y sentado delante de un caballete en el que no existe ningún lienzo. A su lado se encuentra una niña vestida de marinero y un maniquí o modelo situado sobre un pedestal. Este grupo se podría relacionar con el grupo central que figura en el cuadro de Courbet formado por el pintor, la modelo desnuda y el niño que observa el cuadro. Las ambiguas figuras situadas a la izquierda del cuadro se podrían relacionar también con las situadas en ese mismo lado en el cuadro del pintor francés. A ese lado estarían identificados el pueblo, el sufrimiento, la miseria, la riqueza, la prostitución, la indiferencia y la soledad.
El cuadro utiliza los elementos que caracterizan a la pintura metafísica del italiano De Chirico y cuya influencia se había transmitido ya a este grupo de pintores germanos, una pintura en la que abundan los maniquíes, los autómatas y las muñecas o marionetas así como una serie de útiles o figuras geométricas como las que adornan la mesa que aparece en el cuadro.
Los mutilados, las prótesis, los inválidos serían una constante en la obra del grupo de pintores que constituirían el grupo de "La Nueva Objetividad" y cuya presencia en el lienzo representaba una forma de crítica contra los horrores de la guerra y la ineficacia de los gobernantes para solucionar la situación de todos aquellos mutilados producidos por la 1ª Guerra Mundial.
Hay también en el cuadro una cierta dosis de fetichismo y sadomasoquismo representados en ese tipo de botas del maniquí, las máscaras o las gafas antifaz, aspectos equívocos de la sexualidad de Rudolf Schlichter y que aparecerán en muchas de sus obras posteriores.
Un cuadro complicado en el que se siguen los principios que marcaban los dadaístas para los que el arte no debía entenderse como un escape de los acontecimientos diarios, sino que debía hacer visible la violencia, el caos y la hipocresía de la vida contemporánea.
Fuente: Desde el otro lado del cuadro