Estados Generales del Cine
Le Cinéma s´insurge, Bulletin des États Généraux du Cinéma, núm. 1, Éditions du Terrain Vague, París, 1968.
La dictadura burguesa actúa a todos los niveles. El cine y la televisión, a la vez industria y espectáculo, no son únicamente una fuente de ganancias para algunos, sino que constituyen también un arma ideológica en manos de la clase en el poder. Asimismo, por lo que respecta al cine, los capitalistas tienen en él, como en todas las ramas de la actividad social, uno de sus monopolios. Por esta razón han creado un sistema que se manifiesta como una coacción frente a los trabajadores de la profesión y como orientación ideológica para el público.
Este sistema trae consigo dos aspectos. Uno, represivo: censura gubernamental que acarrea a menudo la autocensura, y separaciones sociales, económicas e ideológicas en la producción y en la distribución. El otro, liberal, pero en realidad destinado a reforzar su dominio, mascarada de los asalariados profesionales de la critica que no son más que publicistas que defienden o atacan productos competitivos, mascarada de una pretendida Intelligentsia, flecos de estetas cortados de la realidad social.
Los festivales, que se vinculan con el aspecto liberal del sistema a causa de su máscara de efervescencia cultural son, de hecho, ferias comerciales. En cuanto a su pretendida significación cultural, ésta se reduce, a causa del manejo de los premios y de las campañas de prensa, a intentos de integración de obras que chocan momentáneamente con los valores admitidos.
Para llevar a cabo una ruptura ideológica con el cine burgués nos pronunciamos por la utilización de las películas como arma política.
¿Cómo puede ser una película un arma política?
-facilitando informaciones que la prensa burguesa escrita y hablada ignora deliberadamente (huelgas locales, despidos, lucha revolucionaria en cualquier país);
-ayudando a analizar los mecanismos del sistema capitalista con el fin de poner de relieve sus contradicciones y de ese modo ayudar a combatirlas;
-popularizando, comprendiendo y extrayendo enseñanzas de todas las formas de lucha revolucionarias, desempeñando en todos esos casos una función crítica y movilizadora.
En consecuencia, es necesario ligar, tanto como sea posible, y en función de las situaciones objetivas y de las posibilidades de acción que éstas implican, esta ruptura ideológica a una práctica militante. Por eso defendemos:
1) La utilización del cine como arma de lucha política, tal y como se ha definido antes, y sobre el que los militantes implicados ejerzan un control político tanto en su realización como en su distribución.
2) La utilización del cine como base de intercambios de experiencias políticas; de ahí deriva la necesidad de suscitar tras cada proyección cualesquiera debates que puedan desencadenarse a consecuencia de los problemas concretos que la originaron. Este método debe permitir a los trabajadores orientar otras realizaciones según las necesidades de su lucha y permitir la inclusión en aquéllas de las soluciones propuestas.
3) La utilización y la realización de películas vinculadas a acciones politices (mítines, manifestaciones, huelgas, etc.)
4) Paralelamente a la difusión de tales películas, una información que las explique, las complete o las provoque.
Tres llamamientos
París, 1968
1
Considerando que en el estado actual no existen un Cine y una Televisión libres, considerando que sólo una minoría intima de autores y técnicos tiene acceso a los medios de producción y de expresión, considerando que se imponen cambios decisivos a todos los niveles y en todas las categorías profesionales del Cine, considerando que actualmente el Cine tiene una función capital que cumplir y que está amordazada a todos los niveles en el sistema actual, los realizadores, técnicos, actores, productores, distribuidores, críticos de cine y de televisión dispuestos a poner fin a este estado de cosas han decidido convocar los Estados Generales del Cine.
Os invitamos a todos a participar en estos Estados Generales cuya fecha
será precisada posteriormente.
El Comité Revolucionario Cine-Televisión
17 de mayo de 1968
2
La profesión cinematográfica en su totalidad se encuentra desde hace mucho tiempo en situación dramática. Los acontecimientos actuales se desarrollan con una rapidez fulminante. Es nuestro deber tomar medidas de urgencia para todos.
Los estudiantes del ENPC -Vaugirard-, los estudiantes del IDHEC, y el personal de la Radio-Televisión Escolar se han declarado en huelga y han ocupado sus locales, los estudios de rodaje están en huelga, el Festival de Cannes ha sido interrumpido, así como la mayor parte de las realizaciones en curso, mientras que los realizadores de la ORTF también se han declarado en huelga.
Todos deben tomar conciencia claramente del carácter de extrema gravedad de la situación actual y comprender que la consigna de la huelga indefinida no se atiene únicamente a reivindicaciones tradicionales, sino que supone también en lo sucesivo un cuestionamiento real de las estructuras esclerotizadas en las que trabajamos.
Todos deben tomar conciencia claramente de que una consigna de huelga indefinida es una decisión de movilización general, no impuesta por sargentos reclutadores, sino dictada y aplicada por la voluntad de todos.
Todos deben tomar conciencia claramente de que no se trata de manifestar superficialmente un simple descontento.
Todos deben tomar conciencia claramente de que en el momento actual el único y verdadero porvenir de nuestra profesión es cada uno de nosotros.
Haced huelga.
Ocupad vuestros lugares de trabajo en orden y con disciplina.
Una tarea inmensa nos espera.
Los Estados Generales del Cine han sido proclamados.
Os llamamos a participar en ellos.
Sindicatos de Técnicos de la Producción Cinematográfica (CGT)
19 de mayo de 1968
3
Cineastas, ¿qué hacéis por la revolución?
El estado insurreccional os ha permitido iniciar vuestra revolución profesional. ¿Qué hacéis actualmente por la revolución?
Es urgente el concienciarse de la necesidad absoluta de poner al servicio de la revolución todos los medios a vuestro alcance. Debemos apoyar a los huelguistas. Es necesario proyectar películas en las fábricas a gran escala. Es necesario difundir los documentales filmados durante las manifestaciones en las empresas, en los lugares públicos y en los cines. Otras acciones son igualmente urgentes. Con ese objetivo, os invitamos a entrar en contacto con los comités de acción obreros y estudiantes de Censier (reunión: todas las tardes a las 20 horas).
Comité Conjunto Cine-lnterfacultades
21 de mayo de 1968
Fuente: Con y contra el cine. En torno a Mayo del 68. UNIA