Crucifixión
Renato Guttuso
Oleo sobre lienzo
200 x 200 cm
1941
Galería de Arte Moderno y Contemporáneo de Roma
La figura de Cristo está medio tapada por uno de los ladrones y por María Magdalena, lo que nos obliga a concentrar nuestra atención en la siniestra naturaleza de las botellas de vinagre, el martillo y los clavos, que aparece en primer plano. Este desplazamiento del centro de interés, que ya no es Cristo, se consideró radical en su época y provocó una airada reacción de la Iglesia. La obra se interpretó tambien como una crítica implícita al régimen de Mussolini. Este cuadro es una obra típica del realismo socialista, un movimiento artístico que pretendía crear un arte político, que fuera moderno y a la vez comprensible por la gente corriente. Guttuso fue uno de los principales exponentes de este movimiento, y en esta obra combina elementos del cubismo -como la paleta no naturalista y la distorsión de la anatomía- con el realismo descriptivo.
Guttuso se afiliará al clandestino Partido Comunista italiano, partido al que sería afín hasta el final de sus días, y sobre el martillo y los clavos Guttuso escribiría en su diario: "este es el símbolo de todos los que soportan ultraje, cárcel y tortura por sus ideales".
Fuente: transhistoria