La “Sinfonía N° 5 en si bemol mayor” Op.100 fue terminada en el mes de agosto de 1944 en Ivánovo. Es una gran obra de carácter épico inspirada en los días en que se avecinaba la gran victoria de las tropas rusas. Se estrenó el 13 de enero de 1945 en la Gran Sala del Conservatorio de Moscú, interpretada por la Orquesta Sinfónica del Estado de la URSS dirigida por el propio compositor.
Está orquestada para dos flautas, piccolo, dos oboes, corno inglés, dos clarinetes, clarinete bajo, clarinete en mi bemol, dos fagots, contrafagot, cuatro trompas, tres trompetas, tres trombones, tuba, timbales, bloques de madera, pandereta, triángulo, caja, platillos, bombo, tam-tam, arpa, piano y cuerda.
El primer movimiento, andante, empieza directamente presentando su potente tema principal mediante flautas y fagots. Luego es repetido por la cuerda y va cobrando importancia. El segundo tema es presentado por la flauta y el oboe, con matices líricos. En el siguiente desarrollo es apenas empleado, estando dominado por frases cortas y enérgicas. El metal inicia la reexposición con el tema principal de un modo más conciso. El punto álgido se presenta en la coda, donde la melodía se levanta desde la zona grave hasta llegar al tutti orquestal, con el apoyo de la percusión.
El segundo movimiento, allegro marcato, es el scherzo de la obra. Su melodía principal es característica, interpretada por el clarinete sobre un motivo rítmico continuo de los violines, un material que había escrito anteriormente para su Romeo y Julieta. El trio es de carácter contrastante, en un estilo parecido al popular usado por Khatchaturian. Luego se reanuda de modo variado la primera parte. La música se hace mas siniestra, recordando a la escrita retratando a las tropas teutonas en Alexander Nevsky.
El tercer movimiento, adagio, está escrito en forma tripartita. El tema principal es lírico, como una triste meditación. El carácter de la música muestra sus raíces rusas. El tema es repetido en forma variada. La parte central es mas dramática, llegando en su desarrollo hasta un potente climax. La recapitulación es reducida, con una nueva orquestación. El tema lírico se desvanece en la parte final en inestables sonidos.
El último movimiento, allegro giocoso, empieza con una introducción lenta como una reminiscencia del primer movimiento. Luego el característico primer tema es presentado por el clarinete sobre los acordes de las trompas. El tema se repite mediante una instrumentación más densa. Un segundo tema de carácter lírico aparece después en la cuerda. La sección de desarrollo es abundante en melodías y material rítmico contrastante. Predomina el carácter festivo de sus ritmos danzantes. La reaparición del tema principal empieza la última parte. Una brillante coda lleva la sinfonía a su efervescente final.
Prokofiev escribe una obra de tiempo de guerra en un modo clásico, pero con el diseño moderno e innovador de su propio estilo. No reniega de la melodía del pasado pero cambia su modo de expresión. La obra refleja la alegría épica de la victoria del pueblo ruso sobre el nazismo. Aunque su contenido no es programático, refleja en sus temas el carácter heroico en el primero, la tristeza de la guerra en su tercer movimiento, las fuerzas del mal en el segundo, terminando con un movimiento victorioso.
Fuente: Historia de la Sinfonía