La “Sinfonía Nº 2 en do menor” Op.9 fue terminada en 1943 siendo interpretada varias veces. No satisfecho con su parte final la modificó, presentando su versión definitiva el 9 de junio de 1944. Una obra compuesta en tiempo de guerra que fue recibida con grandes aplausos el día de su estreno.
El primer movimiento, allegro con fuoco, contiene dos temas contrapuestos. El primero expresa toda la fuerza de la juventud y el segundo es lírico, expresando la vida en paz. El desarrollo nos lleva a momentos de una gran tensión dramática. La recapitulación empieza con una nostálgica página al estilo de Miaskovsky. Luego reaparece el primer tema con toda la fuerza que le impone el metal, que nos lleva hasta una conclusiva coda.
El segundo movimiento, adagio, nos presenta mediante el clarinete un tema reflexivo, un tema que expresa un sentimiento de noble resignación. El tema se expande llegando en su parte central al patetismo de Tchaikovsky. Después de llegar a su clímax retorna a la reflexión inicial.
El tercer movimiento, allegro molto, correspondería al scherzo. Empieza con un tema juguetón presentado por el clarinete y el fagot. Este tema contrasta con una amplia melodía que se presenta en forma fragmentada. Termina con una coda de gran fuerza, impelida por el metal.
El último movimiento, finale, allegro marciale, nos presenta un tema heroico en forma de marcha. Un tema optimista, como una llamada a la victoria. Un segundo tema con un carácter más folclórico, al estilo de Khachaturian, presenta unos momentos de relajación. El metal se emplea a fondo en la parte central del movimiento. La recapitulación comienza con el tema lírico, pero pronto retorna el tema inicial con toda su fuerza. La marcha triunfal nos conduce a la apoteósica coda.
Se trata de una sinfonía que puede tomarse como ejemplo de realismo soviético. La música que debía dar al pueblo sus valores patrióticos. A pesar de ello posee una excelente orquestación y unos valores musicales que se pueden comprobar en sus dos primeros movimientos. El dramatismo expresado en los primeros movimientos da paso a una culminación de modo heroico, algo que gustaba a los dirigentes políticos.
Khrennikov visitó diversas veces el frente de batalla, realizando conciertos para los soldados. En el mes de mayo de 1945 entraba en el Berlín conquistado al lado de las tropas, tomando parte en la emisión radiofónica con cantos de victoria sobre los derrotados nazis.
En 1947 se afilió al Partido Comunista, llegando en 1962 a diputado del Soviet Supremo. Su recompensa llegó al ser nombrado por Andrei Zhdanov en 1948 Secretario General de la Unión de Compositores, representando al pensamiento de Stalin. Permanecería en este cargo hasta el año 1991, al deshacerse la Unión Soviética.
Fuente: Historia de la Sinfonía