Cómo el arte británico expresó su preocupación por la Guerra Civil española
Una exposición de pintura en la Chichester’s Pallant House Gallery muestra cómo la gente de Londres estaba preocupada por la creciente tensión en Europa en el período previo a la Segunda Guerra Mundial.
La Pallant House Gallery de Chichester tiene en marcha una nueva exposición dedicada a mostrar cómo, a finales de 1930, los artistas británicos reaccionaron ante la Guerra Civil española y la gran crisis en la política europea del período anterior a la Segunda Guerra Mundial.
Los artistas en su mayoría apoyaron al bando republicano, que estaba en guerra contra las tropas nacionales del general Franco. A pesar de que casi todos los artistas referenciados están muertos, la pintora Ursula McCannell aún puede recordar la España que encontró cuando era una adolescente en 1936.
La exposición ‘Conciencia y Conflicto: Artistas británicos y la Guerra Civil española’, ha sido comisariada por Simon Martin, que declaró: “Me desconcierta que nadie ha hecho antes esta muestra”. “Es bastante fácil de descubrir cómo los escritores como George Orwell, WH Auden o Laurie Lee reaccionaron a la crisis española. Pero lo que pintores y escultores británicos hicieron aún es menos conocido”.
Los cuadros de Ursula McCannell fueron inspirados por el sufrimiento que vio cuando su familia visitó España en la década de 1930.
Habida cuenta de que la Guerra Civil española terminó en 1939, es aún más notable que la Pallant House tenga cuadros en sus paredes de un artista vivo que los pintó poco después de su regreso de un país en las primeras etapas de la guerra.
Ursula McCannell, cuyo padre era Otway McCannell, pintor y profesor, tenía trece años entonces. Hoy, a los 91 años, todavía pinta en su casa de Surrey.
Al igual que muchas familias británicas intelectuales, en la década de 1930 hubo mucha discusión doméstica acerca de la creciente crisis en Madrid. No en vano, ella recuerda a su padre preocupándose por la presión en combate que el gobierno republicano recibía bajo los nacionalistas al mando de Francisco Franco. Por ello, durante la guerra de 1936 a 1939, pintó a ambos bandos de la contienda con sus cambios continuos como vencedores o perdedores, según el momento, sobre un gran mapa de España, mientras que se desesperaba al ver como los republicanos perdían el control.
McCannell explica que todos los jueves tenía reuniones del izquierdista Club del Libro en su casa, y no había gente hablando de España y de su política. En verdad, se mentalizó del problema cuando fue a Torremolinos en 1936, que aunque se debió en parte para convivir en vacaciones con un amigo de la escuela, recuerda con claridad el sufrimiento de la población local, lo cual le provocaba una evidente sensación de incomodidad, incluso para una persona tan joven como era ella entonces. Una de las pinturas expuestas de McCannell plasma la imagen de una la familia de mendigos, ya que no pintaba imágenes de paisajes, de Torremolinos, en dónde vivía, que en aquellos días no era más que un pequeño pueblo soñoliento y totalmente diferente a cómo es ahora.
De hecho, los mendigos del cuadro estaban fuera de la catedral de Málaga y eran un espectáculo patético, pero como sus padres pensaban que debía verlo todo, así lo hizo y por ello los pintó.
Cuando su familia regresó a Inglaterra fue entrevistada por los periódicos, incluyendo el Daily Mail, pues estaban fascinados de que una joven de 13 años de edad hubiera pintado cuadros de españoles pobres, y que aunque no estaba capturando secuencias pictóricas del conflicto como tal, si supo retratar el sufrimiento de los refugiados y víctimas de la guerra.
Además de esta de McCannell, uno de los últimos testigos artísticos de la crisis de la política española en la década de 1930, Martin ha seleccionado alrededor de otras 100 obras de distintos artistas para dar una visión general de cómo respondió el arte británico y el de alguna otra procedencia ante aquel desastre fratricida; entre quienes destaca alguna de Pablo Picasso.
La obra de Picasso se incluye en la exposición para mostrar cómo los artistas británicos fueron influenciados por las pinturas del español, ya que los artistas habían visto el surgimiento del nazismo en Alemania, pero no dio tiempo al debate político en Alemania, ya que los nazis simplemente aplastaron a la oposición y prohibieron el Arte que no se ajustaba a los patrones de belleza nacionalsocialista.
Coincidiendo con el tiempo, España era diferente y en un primer momento parecía que el gobierno republicano elegido podría ser capaz de defender a sus artistas, así los británicos sentían que valía la pena tomar partido por la República y el Frente Popular, motivo por el que se dedicaron a crear obras de la temática bélica ibérica, aunque bien es cierto que sólo unos pocos de los pintores fueron a España una vez que el conflicto ya estaba en marcha. Los escritores y poetas si fueron más activos en ese sentido, aunque quizás por la facilidad de acarrear sus bártulos de trabajo en comparación con los de pintores y escultores.
Ya en el aspecto estadístico, el primer voluntario británico de las Brigadas Internacionales que murió en España fue una artista: Felicia Browne, que falleció durante los combates de agosto de 1936 y así se convirtió para muchos en una especie de heroína del arte británico.
No se ha de olvidar que de hecho, llegó a ser muy difícil para los artistas y otras personas comprometidas llegar a España y moverse por ella, pues se les negaron los visados a nombres bien conocidos tales como Henry Moore o Jacob Epstein que intentaron ir, pero no pudieron.
Para la gente actual es difícil pensar en artistas pintores que quisieran entrar en una zona de guerra peligrosa para captar imágenes. Hoy, esta vocación y semejante entrega la asociamos más con el foto-periodismo.
Por otro lado, cabe destacar que la gente a menudo asume que todos los artistas eran antifranquistas, algo cierto en su mayor parte, sobre todo en el caso de los creadores modernos y muy avanzados, que sí lo eran generalmente, pero hubo excepciones, como la de Wyndham Lewis que fue más comprensivo con los nacionalistas.
Volviendo a al comisario Martin, este dice que una de las pinturas más interesantes es la de Clive Branson y su obra ‘Demonstration In Battersea’. Branson provenía de un ambiente bastante acomodado, pero en la década de 1930 se convirtió en un comunista, siendo uno de los pocos artistas británicos que realmente lucharon en España con las Brigadas Internacionales. Cuando fue hecho prisionero hizo unos cuadros bastante conocidas del campamento en que se encontraba. Pero la imagen del cuadro ‘Demonstration In Battersea’ tiene un sabor real de la política de Londres en la década de 1930. La pintura cuenta con la Union Jack, la bandera republicana española y una bandera roja comunista, además de pequeños detalles relacionados con la propaganda política, como diarios y panfletos.
Ya sobre Walter Nessler, el comisario Simon Martin considera que es asombrosa la imaginación del autor al plasmar en su cuadro ‘Premonición’, de 1937, antes de que sucediese, una ciudad de Londres bombardeada por Alemania, como una de las obras más escalofriantes, algo a lo que no es ajena la imagen de alguien que está leyendo el Daily Worker, que era el periódico comunista de la época; lo que confiere al cuadro la categoría de documento simbólico de un momento crucial de la historia política inglesa y europea.
La exposición Pallant House está centrada esencialmente en la obra de artistas británicos en relación a su respuesta a los acontecimientos en España, aunque Martin ha hecho una excepción con la conocida pintura de ‘La mujer que llora‘, de Picasso, que pertenece a la Tate Gallery.
En concreto, el cuadro es la imagen de la amante de Picasso, Dora Marr, pintado en 1937; pero está ahí en la exposición, por la importancia de Picasso en aquel momento entre sus colegas artistas británicos.
Ya En 1938, el gran clásico de Picasso, el Guernica fue llevado a Inglaterra por el artista Roland Penrose. La ahora conocida obra muestra el bombardeo alemán de la ciudad vasca de Guernica, y aunque fue un encargo hecho a petición de Franco, se convirtió en un punto de referencia y un icono para aquellos que detestaban a Franco y a los fascistas.
Otros artistas de la exposición son Joan Miró (otro referente y modelo), Henry Moore, Edward Burra y E McKnight Kauffer, mejor conocido por su trabajo como cartelista.
Martin también apunta que es fascinante observar cómo muchos de los artistas expuestos dibujaron inspirados en las imágenes de los viejos maestros de España, algo comprobable si se mira alrededor, a las paredes, y se percibe la influencia de Velázquez aquí y allá; o la que sin duda iluminó a Ursula McCannell y que procedía de la obra de El Greco, algo que para una entonces adolescente era bastante notable.
El motivo de la exposición es conseguir que los visitantes sean más conscientes del compromiso político de los artistas de la década de 1930, como por ejemplo el de alguien como Henry Moore que ahora parece una figura del stablishment, pero que al ver su obra hará recordar a la gente que esos artistas eran jóvenes pero ya políticamente comprometidos, en una época en que la cultura y la política se cruzaban; en el fondo, en un momento rico y fascinante del Arte.
‘Conciencia y Conflicto: Artistas británicos y la Guerra Civil española’ se exhibe hasta el 15 de febrero de 2015 en la Pallant House, de Chichester (ciudad del Sur de Inglaterra): http://pallant.org.uk/exhibitions1/current-exhibitions/main-galleries/british-artists-and-the-spanish-civil-war/british-artists-and-the-spanish-civil-war
Fuente: Pere Serrat (El Cotidiano)
Una exposición de pintura en la Chichester’s Pallant House Gallery muestra cómo la gente de Londres estaba preocupada por la creciente tensión en Europa en el período previo a la Segunda Guerra Mundial.
La Pallant House Gallery de Chichester tiene en marcha una nueva exposición dedicada a mostrar cómo, a finales de 1930, los artistas británicos reaccionaron ante la Guerra Civil española y la gran crisis en la política europea del período anterior a la Segunda Guerra Mundial.
Los artistas en su mayoría apoyaron al bando republicano, que estaba en guerra contra las tropas nacionales del general Franco. A pesar de que casi todos los artistas referenciados están muertos, la pintora Ursula McCannell aún puede recordar la España que encontró cuando era una adolescente en 1936.
La exposición ‘Conciencia y Conflicto: Artistas británicos y la Guerra Civil española’, ha sido comisariada por Simon Martin, que declaró: “Me desconcierta que nadie ha hecho antes esta muestra”. “Es bastante fácil de descubrir cómo los escritores como George Orwell, WH Auden o Laurie Lee reaccionaron a la crisis española. Pero lo que pintores y escultores británicos hicieron aún es menos conocido”.
Los cuadros de Ursula McCannell fueron inspirados por el sufrimiento que vio cuando su familia visitó España en la década de 1930.
Habida cuenta de que la Guerra Civil española terminó en 1939, es aún más notable que la Pallant House tenga cuadros en sus paredes de un artista vivo que los pintó poco después de su regreso de un país en las primeras etapas de la guerra.
Ursula McCannell, cuyo padre era Otway McCannell, pintor y profesor, tenía trece años entonces. Hoy, a los 91 años, todavía pinta en su casa de Surrey.
Al igual que muchas familias británicas intelectuales, en la década de 1930 hubo mucha discusión doméstica acerca de la creciente crisis en Madrid. No en vano, ella recuerda a su padre preocupándose por la presión en combate que el gobierno republicano recibía bajo los nacionalistas al mando de Francisco Franco. Por ello, durante la guerra de 1936 a 1939, pintó a ambos bandos de la contienda con sus cambios continuos como vencedores o perdedores, según el momento, sobre un gran mapa de España, mientras que se desesperaba al ver como los republicanos perdían el control.
Ursula McCannell
McCannell explica que todos los jueves tenía reuniones del izquierdista Club del Libro en su casa, y no había gente hablando de España y de su política. En verdad, se mentalizó del problema cuando fue a Torremolinos en 1936, que aunque se debió en parte para convivir en vacaciones con un amigo de la escuela, recuerda con claridad el sufrimiento de la población local, lo cual le provocaba una evidente sensación de incomodidad, incluso para una persona tan joven como era ella entonces. Una de las pinturas expuestas de McCannell plasma la imagen de una la familia de mendigos, ya que no pintaba imágenes de paisajes, de Torremolinos, en dónde vivía, que en aquellos días no era más que un pequeño pueblo soñoliento y totalmente diferente a cómo es ahora.
De hecho, los mendigos del cuadro estaban fuera de la catedral de Málaga y eran un espectáculo patético, pero como sus padres pensaban que debía verlo todo, así lo hizo y por ello los pintó.
Cuando su familia regresó a Inglaterra fue entrevistada por los periódicos, incluyendo el Daily Mail, pues estaban fascinados de que una joven de 13 años de edad hubiera pintado cuadros de españoles pobres, y que aunque no estaba capturando secuencias pictóricas del conflicto como tal, si supo retratar el sufrimiento de los refugiados y víctimas de la guerra.
Además de esta de McCannell, uno de los últimos testigos artísticos de la crisis de la política española en la década de 1930, Martin ha seleccionado alrededor de otras 100 obras de distintos artistas para dar una visión general de cómo respondió el arte británico y el de alguna otra procedencia ante aquel desastre fratricida; entre quienes destaca alguna de Pablo Picasso.
La obra de Picasso se incluye en la exposición para mostrar cómo los artistas británicos fueron influenciados por las pinturas del español, ya que los artistas habían visto el surgimiento del nazismo en Alemania, pero no dio tiempo al debate político en Alemania, ya que los nazis simplemente aplastaron a la oposición y prohibieron el Arte que no se ajustaba a los patrones de belleza nacionalsocialista.
Coincidiendo con el tiempo, España era diferente y en un primer momento parecía que el gobierno republicano elegido podría ser capaz de defender a sus artistas, así los británicos sentían que valía la pena tomar partido por la República y el Frente Popular, motivo por el que se dedicaron a crear obras de la temática bélica ibérica, aunque bien es cierto que sólo unos pocos de los pintores fueron a España una vez que el conflicto ya estaba en marcha. Los escritores y poetas si fueron más activos en ese sentido, aunque quizás por la facilidad de acarrear sus bártulos de trabajo en comparación con los de pintores y escultores.
Ya en el aspecto estadístico, el primer voluntario británico de las Brigadas Internacionales que murió en España fue una artista: Felicia Browne, que falleció durante los combates de agosto de 1936 y así se convirtió para muchos en una especie de heroína del arte británico.
No se ha de olvidar que de hecho, llegó a ser muy difícil para los artistas y otras personas comprometidas llegar a España y moverse por ella, pues se les negaron los visados a nombres bien conocidos tales como Henry Moore o Jacob Epstein que intentaron ir, pero no pudieron.
Para la gente actual es difícil pensar en artistas pintores que quisieran entrar en una zona de guerra peligrosa para captar imágenes. Hoy, esta vocación y semejante entrega la asociamos más con el foto-periodismo.
Por otro lado, cabe destacar que la gente a menudo asume que todos los artistas eran antifranquistas, algo cierto en su mayor parte, sobre todo en el caso de los creadores modernos y muy avanzados, que sí lo eran generalmente, pero hubo excepciones, como la de Wyndham Lewis que fue más comprensivo con los nacionalistas.
Clive Branson, Demonstration in Battersea
Volviendo a al comisario Martin, este dice que una de las pinturas más interesantes es la de Clive Branson y su obra ‘Demonstration In Battersea’. Branson provenía de un ambiente bastante acomodado, pero en la década de 1930 se convirtió en un comunista, siendo uno de los pocos artistas británicos que realmente lucharon en España con las Brigadas Internacionales. Cuando fue hecho prisionero hizo unos cuadros bastante conocidas del campamento en que se encontraba. Pero la imagen del cuadro ‘Demonstration In Battersea’ tiene un sabor real de la política de Londres en la década de 1930. La pintura cuenta con la Union Jack, la bandera republicana española y una bandera roja comunista, además de pequeños detalles relacionados con la propaganda política, como diarios y panfletos.
Walter Nessler, Premonition
Ya sobre Walter Nessler, el comisario Simon Martin considera que es asombrosa la imaginación del autor al plasmar en su cuadro ‘Premonición’, de 1937, antes de que sucediese, una ciudad de Londres bombardeada por Alemania, como una de las obras más escalofriantes, algo a lo que no es ajena la imagen de alguien que está leyendo el Daily Worker, que era el periódico comunista de la época; lo que confiere al cuadro la categoría de documento simbólico de un momento crucial de la historia política inglesa y europea.
La exposición Pallant House está centrada esencialmente en la obra de artistas británicos en relación a su respuesta a los acontecimientos en España, aunque Martin ha hecho una excepción con la conocida pintura de ‘La mujer que llora‘, de Picasso, que pertenece a la Tate Gallery.
Pablo Picasso, La Mujer que llora
En concreto, el cuadro es la imagen de la amante de Picasso, Dora Marr, pintado en 1937; pero está ahí en la exposición, por la importancia de Picasso en aquel momento entre sus colegas artistas británicos.
Ya En 1938, el gran clásico de Picasso, el Guernica fue llevado a Inglaterra por el artista Roland Penrose. La ahora conocida obra muestra el bombardeo alemán de la ciudad vasca de Guernica, y aunque fue un encargo hecho a petición de Franco, se convirtió en un punto de referencia y un icono para aquellos que detestaban a Franco y a los fascistas.
Miró y su ‘Ayudad a España’
Otros artistas de la exposición son Joan Miró (otro referente y modelo), Henry Moore, Edward Burra y E McKnight Kauffer, mejor conocido por su trabajo como cartelista.
Martin también apunta que es fascinante observar cómo muchos de los artistas expuestos dibujaron inspirados en las imágenes de los viejos maestros de España, algo comprobable si se mira alrededor, a las paredes, y se percibe la influencia de Velázquez aquí y allá; o la que sin duda iluminó a Ursula McCannell y que procedía de la obra de El Greco, algo que para una entonces adolescente era bastante notable.
El motivo de la exposición es conseguir que los visitantes sean más conscientes del compromiso político de los artistas de la década de 1930, como por ejemplo el de alguien como Henry Moore que ahora parece una figura del stablishment, pero que al ver su obra hará recordar a la gente que esos artistas eran jóvenes pero ya políticamente comprometidos, en una época en que la cultura y la política se cruzaban; en el fondo, en un momento rico y fascinante del Arte.
‘Conciencia y Conflicto: Artistas británicos y la Guerra Civil española’ se exhibe hasta el 15 de febrero de 2015 en la Pallant House, de Chichester (ciudad del Sur de Inglaterra): http://pallant.org.uk/exhibitions1/current-exhibitions/main-galleries/british-artists-and-the-spanish-civil-war/british-artists-and-the-spanish-civil-war
Fuente: Pere Serrat (El Cotidiano)