Título original: La terra trema
Año: 1948
Duración: 152 min.
País: Italia
Director: Luchino Visconti
Guión: Luchino Visconti (Novela: Giovanni Verga)
Música: Willy Ferrero
Fotografía: G.R. Aldo (AKA Aldo Graziata) (B&W)
Reparto: Maria Micale, Sebastiano Valastro, Antonio Arcidiacono, Giuseppe Arcidiacono, Salvatore Vicari, Antonino Micale, Nelluccia Giammona
Obra maestra de Luchino Visconti, del cine italiano y del neorrealismo. La película iba a ser la primera de una trilogía sobre Sicilia, pero nunca fue completada. El argumento se centra en una villa de pescadores siciliana y en su vida cotidiana a través de una familia con concreto, los Valastro. El hijo mayor de la familia, Ntoni (Antonio Arcidiacono), se siente explotado por el sistema imperante y alienta a su familia y vecinos a rebelarse contra él. Tras mucho hablarlo con su familia, consigue que accedan a intentar establecerse por su cuenta e hipotecan su casa para comprar materiales y salir al mar. Al poco tiempo verán como sus sueños se van cumpliendo y las cosas comienzan a irles bien a pesar de la oposición de los mayoristas de la zona y la reticencia de algunos vecinos. Pero un día, salen al mar a pesar del riesgo de tormenta y esta les destroza la barca. A partir de este momento, todo se torcerá. Las deudas apremian y sus vecinos comienzan a darles la espalda, lo que irá desencadenando en una ruptura de la cohesión de la propia familia. Esta obra maestra del Neorrealismo está dirigida por el gran Luchino Visconti, aristócrata italiano que también llegó a ser director de La Scala. En 1935 se fue a París y, gracias a la intervención de Coco Chanel pudo entrar como ayudante de dirección de, nada menos, que Jean Renoir en "Los bajos fondos (1936)" y como asistente de vestuario en "Una Partida de campo (1937)".
En 1943 ya dirige su primera película, "Obsesión", considerada como la primera obra del neorrealismo y era una adaptación de la novela El cartero siempre llama dos veces. A partir de aquí, continuó con una filmografía plagada de obras maestras como: "El gatopardo (1963)", "Rocco y sus hermanos (1960)", "La caída de los dioses (1969)" o "Una muerte en Venecia (1971)". Hablar de "La tierra tiembla" es hablar de la lucha de clases. De la eterna guerra entre los pobres que viven explotados y los ricos que les explotan y se aprovechan del sudor de su frente para enriquecerse a su costa. Es hablar de como las adversidades siempre tienen un mayor impacto sobre el pobre que sobre el rico, que siempre va sobre seguro y dispone de más recursos para capear el temporal. Es hablar del costumbrismo como aliado de la injusticia, oponiéndose a las nuevas ideas más liberales. Curiosamente, a pesar de ser conde, la obra de Luchino Visconti siempre ha estado marcada por las ideas marxistas y, esta película, es el más claro exponente de ello, incluso, se ha utilizado muchas veces como ejemplo de esas ideas de lucha de clases, lo cual no es de extrañar si tenemos en cuenta que fue el propio Partido Comunista quién encargo a Visconti la realización de unas obra sobre las revueltas separatistas y campesinas de Sicilia para la campaña electoral de 1948.
Dicho proyecto incluía una trilogía sobre los pescadores, los mineros y los campesinos, pero el fracaso comercial de "La tierra tiembla" impidió que se rodaran las siguientes. Buena parte de este fracaso se debió a que se utilizara un dialecto siciliano para los diálogos. La obra es una constante y sutil confrontación, no sólo entre los patrones y los obreros, sino también entre el conservadurismo y el liberalismo. Hay una escena en la que Ntoni, ya resignado, posa ante una pared en la que hay una inscripción fascista que, a mi modo de entender, expresa la victoria del fuerte que, además, no escatima en humillar al derrotado. Dicha escena trata, con mucha sutileza, otro de los mensajes que Visconti intenta transmitir al espectador y no es otro que hacer entender que la lucha individual está condenada al fracaso y que para cambiar las cosas se hace necesaria una lucha colectiva de clase. Como anécdotas a destacar, podríamos decir que el reparto estaba compuesto por actores amateurs y por vecinos de la villa pesquera siciliana en cuestión (Aci Trezza), incluso, la auténtica familia Valostro aportó a alguno de sus miembros al casting. También hay que decir que la elección de Sicilia no fue al azar, ya que el director enfrenta la miseria del Sur contra el Norte industrializado de Italia, un contraste que también podemos ver en otras obras suyas.
Fuente: Las mejores películas de la historia del cine
VER PELICULA CON SUBTITULOS EN CASTELLANO:
Año: 1948
Duración: 152 min.
País: Italia
Director: Luchino Visconti
Guión: Luchino Visconti (Novela: Giovanni Verga)
Música: Willy Ferrero
Fotografía: G.R. Aldo (AKA Aldo Graziata) (B&W)
Reparto: Maria Micale, Sebastiano Valastro, Antonio Arcidiacono, Giuseppe Arcidiacono, Salvatore Vicari, Antonino Micale, Nelluccia Giammona
Obra maestra de Luchino Visconti, del cine italiano y del neorrealismo. La película iba a ser la primera de una trilogía sobre Sicilia, pero nunca fue completada. El argumento se centra en una villa de pescadores siciliana y en su vida cotidiana a través de una familia con concreto, los Valastro. El hijo mayor de la familia, Ntoni (Antonio Arcidiacono), se siente explotado por el sistema imperante y alienta a su familia y vecinos a rebelarse contra él. Tras mucho hablarlo con su familia, consigue que accedan a intentar establecerse por su cuenta e hipotecan su casa para comprar materiales y salir al mar. Al poco tiempo verán como sus sueños se van cumpliendo y las cosas comienzan a irles bien a pesar de la oposición de los mayoristas de la zona y la reticencia de algunos vecinos. Pero un día, salen al mar a pesar del riesgo de tormenta y esta les destroza la barca. A partir de este momento, todo se torcerá. Las deudas apremian y sus vecinos comienzan a darles la espalda, lo que irá desencadenando en una ruptura de la cohesión de la propia familia. Esta obra maestra del Neorrealismo está dirigida por el gran Luchino Visconti, aristócrata italiano que también llegó a ser director de La Scala. En 1935 se fue a París y, gracias a la intervención de Coco Chanel pudo entrar como ayudante de dirección de, nada menos, que Jean Renoir en "Los bajos fondos (1936)" y como asistente de vestuario en "Una Partida de campo (1937)".
En 1943 ya dirige su primera película, "Obsesión", considerada como la primera obra del neorrealismo y era una adaptación de la novela El cartero siempre llama dos veces. A partir de aquí, continuó con una filmografía plagada de obras maestras como: "El gatopardo (1963)", "Rocco y sus hermanos (1960)", "La caída de los dioses (1969)" o "Una muerte en Venecia (1971)". Hablar de "La tierra tiembla" es hablar de la lucha de clases. De la eterna guerra entre los pobres que viven explotados y los ricos que les explotan y se aprovechan del sudor de su frente para enriquecerse a su costa. Es hablar de como las adversidades siempre tienen un mayor impacto sobre el pobre que sobre el rico, que siempre va sobre seguro y dispone de más recursos para capear el temporal. Es hablar del costumbrismo como aliado de la injusticia, oponiéndose a las nuevas ideas más liberales. Curiosamente, a pesar de ser conde, la obra de Luchino Visconti siempre ha estado marcada por las ideas marxistas y, esta película, es el más claro exponente de ello, incluso, se ha utilizado muchas veces como ejemplo de esas ideas de lucha de clases, lo cual no es de extrañar si tenemos en cuenta que fue el propio Partido Comunista quién encargo a Visconti la realización de unas obra sobre las revueltas separatistas y campesinas de Sicilia para la campaña electoral de 1948.
Dicho proyecto incluía una trilogía sobre los pescadores, los mineros y los campesinos, pero el fracaso comercial de "La tierra tiembla" impidió que se rodaran las siguientes. Buena parte de este fracaso se debió a que se utilizara un dialecto siciliano para los diálogos. La obra es una constante y sutil confrontación, no sólo entre los patrones y los obreros, sino también entre el conservadurismo y el liberalismo. Hay una escena en la que Ntoni, ya resignado, posa ante una pared en la que hay una inscripción fascista que, a mi modo de entender, expresa la victoria del fuerte que, además, no escatima en humillar al derrotado. Dicha escena trata, con mucha sutileza, otro de los mensajes que Visconti intenta transmitir al espectador y no es otro que hacer entender que la lucha individual está condenada al fracaso y que para cambiar las cosas se hace necesaria una lucha colectiva de clase. Como anécdotas a destacar, podríamos decir que el reparto estaba compuesto por actores amateurs y por vecinos de la villa pesquera siciliana en cuestión (Aci Trezza), incluso, la auténtica familia Valostro aportó a alguno de sus miembros al casting. También hay que decir que la elección de Sicilia no fue al azar, ya que el director enfrenta la miseria del Sur contra el Norte industrializado de Italia, un contraste que también podemos ver en otras obras suyas.
Fuente: Las mejores películas de la historia del cine
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