Fue diseñado por un equipo de arquitectos liderado por el búlgaro Alexander Georgiev Barov y en principio se denominó Palacio Lyudmila Zhivkova, en honor de la ministra de cultura de Bulgaria desde 1975 e hija de Todor Zhivkov, fallecida en 1981 debido a un tumor cerebral.
En el extremo sur del bulevar Vitosha, la principal calle comercial de Sofía, se alza el Palacio Nacional de la Cultura (Naroden Dvoretsna Kulturata o NDK), uno de los edificios modernos más emblemáticos de la ciudad. Su construcción comenzó en 1978 y se prolongó hasta 1981, año en que fue inaugurado durante la celebración del 1.300° aniversario del Estado búlgaro.
Este monumental hexágono con ocho plantas de cemento y vidrio domina el espacio empedrado y los arriates de flores de la plaza Bulgariya. En un principio el edificio fue bautizado en honor a Lyudmila Zhivkova, hija del presidente comunista Todor Zhivkov y ministra de Bulgaria entre 1975 y 1981. Zhivkova murió de un tumor cerebral en 1981 y fue muy añorada por los intelectuales búlgaros, pues había logrado ampliar los horizontes culturales del país más allá de las limitaciones ideológicas impuestas por el Partido Comunista. También favoreció la promoción de la cultura búlgara en el extranjero.
En su interior el NDK alberga una gran sala de conciertos, con capacidad para 5.000 espectadores, junto a otros auditorios. Junto al edificio se sitúa una galería con puestos de ropa. Un puente peatonal nace en la parte trasera del NDK, atraviesa el bulevar Bulgariya y llega hasta el hotel Hilton y el parque Yuzhen (parque Sur), una zona con césped, arriates de flores y espacios silvestres que se extiende 3 km hacia los densos bosques. En el extremo norte del parque destaca la presencia del monumento de los mil trescientos años, una escultura modernista que recuerda los 1.300 años de opresión. Sobre ella se lee la inscripción "Nosotros permanecemos en el tiempo y el tiempo permanece en nosotros", atribuida a Vasil Levski.
Fuente: El País-Aguilar