"SINFONIETTA Nº 1", DE MIECZYSLAW WEINBERG
La “Sinfoníetta Nº 1” Op.41 fue terminada en 1948. Una obra basada en temas folclóricos de origen judío, presenta la paradoja de ser admirada por Thikon Khrennikov, en una época en que el antisemitismo reinaba en la Unión Soviética. Khrennikov escribe las elogiosas frases que transcribimos a continuación.
Weinberg volviendo a las fuentes de la música popular judía, ha creado una obra optimista, radiante, dedicada al tema de la existencia brillante y libre de los trabajadores judíos en territorio socialista. Ha dejado el modernismo que mutilaba horriblemente su indudable talento.
El primer movimiento allegro risoluto, se separa totalmente de la abstracción de su obra anterior. Los temas están claramente definidos, el primero con características innegables de la música yiddish. El segundo posee unas apreciables síncopas evocando el rag-time. Después del desarrollo termina con una breve reexposición.
El segundo movimiento, lento, presenta un tema poético mediante el oboe que luego pasa al violín de un modo muy lírico. El tema crece al ser interpretado por el conjunto orquestal, alcanzando una gran belleza. Un solo de trompa nos prepara para la breve coda.
El tercer movimiento, allegretto, presenta un tema de aire oriental que se transforma en forma de variaciones. El metal con sordina nos trae recuerdos malherianos.
El último movimiento, vivace, nos presenta un nuevo tema de origen judío de carácter enérgico. El segundo tema interpretado por el metal tiene el carácter de un coral. Termina la obra con una breve recapitulación.
Una obra que contiene amplias melodías y variados ritmos de carácter popular, lo cual se correspondía con el estilo defendido por Khrennikov.
Fuente: Historia de la Sinfonía