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Channel: LA ESPINA ROJA
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"LOS VENCIDOS", OBRA DEL PINTOR CATALÁN MARC ALEU

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Los vencidos
Marc Aleu
1956
193 x 160 cm
Óleo sobre lienzo
Museo Nacional de Arte de Cataluña
 
Una imagen universal de las vícimas inocentes de todas las guerras y conflictos Ésta es la esencia de lo que nos muestra Marc Aleu en Los vencidos, una obra de dimensiones monumentales pintada en los inicios de su trayectoria, en un momento de gran efervescencia creativa. Siete figuras humanas de tamaño casi natural llenan un espacio irreal y fantasmagórico, con un suelo baldío y gris y un fondo rojizo, como si el horizonte estuviera encendido en llamas. A la derecha de la escena, un hombre arrodillado levanta la cabeza y da un grito desesperado de dolor mientras sostiene a un niño inerte entre los brazos que intuimos que está muerto o muy malherido. A sus pies, una mujer y otro niño, totalmente desnudo, yacen muertos sobre un suelo lleno de cenizas.

A la izquierda de la composición, un grupo de tres figuras se duelen en silencio por su situación deplorable. En un primer término, una mujer intenta consolar un hombre medio desvanecido cogiéndole de la mano y uniendo sus rostros inmersa en la búsqueda de un contacto humano que les tranquilice. Es el único gesto de esperanza y de consuelo que vemos en el cuadro, aunque no parece que estas caricias les alivien las penas, ya que la expresión de los rostros se mantiene triste y desencajada. Detrás de ellos, un hombre musculoso sostiene con firmeza al hombre decaído para que la mujer pueda consolarlo. Él es el único personaje de la escena que se mantiene de pie con aplomo, pero tiene la cabeza bajada y una mirada triste que no transmite esperanza alguna.

Una pintura ambiciosa y muy personal

 Los vencidos es una obra amibiciosa y bien resuelta con una composición estudiada y equilibrada. Los personajes representados, organizados en tres grupos bien diferenciados, nos ilustran sobre los terribles efectos que los conflictos violentos tienen sobre las víctimas inocentes: la muerte, el dolor inconsolable por la pérdida de las personas más queridas y la profunda aficción por la derrota y por la desaparición de todo ello que la violéncia ha destruido.

La obra no incluye referencias a ningún conflicto en concreto, por lo que el mensaje que nos transmite es universal y puede servir para cualquier guerra. Aún así, teniendo en cuenta que Marc Aleu era un artista catalán con ideología de izquierdas, parece evidente que la obra se inspira en el impacto que le causó la Guerra Civil española, un conflicto traumático que él vivió en su própia piel cuando era un adolescente y que aún era muy reciente cuando pintó el cuadro. De hecho, la herramienta en forma de media luna que vemos en la derecha de la composición, detrás del hombre que grita desconsoladamente, puede que quiera evocar la hoz, uno de los símbolos universales del comunismo, una de las ideologías que defendían los vencidos de la Guerra Civil.

Una obra de inspiración picassiana

El estilo pictórico de Marc Aleu siempre fue muy próximo a la estética cubista de Pablo Picasso. En la obra que presentamos esto resulta especialmente evidente. Por un lado, por la construcción general de las figuras y el espacio, donde Aleu recurre a soluciones volumétricas y geometrizantes que beben de la heréncia picassiana, como podemos observar en la definición de los restos, brazos y piernas y también en el fondo.

Por otra parte, parece bastante evidente que Marc Aleu tuvo muy presente la célebre obra que Picasso pintó para denunciar las atrocidades cometidas por los fascistas durante la Guerra Civil: el Guernica. La evocación más clara la encontramos en un hombre de rodillas que grita con la cabeza bien alzada y la boca bien abierta mientras sostiene un niño inerte entre los brazos, una figura prácticamente análoga a la madre desconsolada que vemos al extremo izquierto de la famosa pintura picassiana. Dos figuras con una disposición similar pintadas por dos artistas diferentes que, a la vez, reanudan uno de los temas universales de la história del arte occidental: la Piedad. Las manos bien abiertas tanto del hombre como de la criatura que vemos en éste grupo del cuadro de Marc Aleu también recuerdan la expresividad de las manos grandes y bien abiertas que encontramos en diferentes personajes del Guernica, especialmente en la mujer que grita desesperadamente porque se está quemando al extremo derecho del cuadro.

Fuente: Amics Museu Nacional d´Art Catalunya


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