legó a Puertollano exactamente hace 40 años, un 26 de febrero. Este día conmemorativo también coincide hace 150 años con el inicio de la actividad extractiva en Puertollano. Fue construida por José Noja en 1983. Una estatua de 17 metros de altura que vigila esta ciudad minera desde lo más alto, desde el cerro de Santa Ana. Un monumento que se realizó con el objetivo de conmemorar a aquellos puertollanenses que habían dedicado su vida a la minería.
Para recordar esta efeméride que tanto ha marcado esta localidad, por los micrófonos del Hoy por Hoy Ciudad Real se ha pasado José Manuel Muñoz, secretario general provincial de CCOO, quien recordaba el momento exacto cuando instalaron dicha estatua: "Yo tenía 9 años cuando se instaló este emblema de la ciudad y me llamó la atención por sus dimensiones y su ubicación". Además, ha destacado el valor que tiene esa figura para la ciudad y la minería, porque "ya no solo simboliza a la ciudad de Puertollano, sino que también a todos los pueblos de alrededor que están impregnadas de esta tradición minera".
Otro significado que toma es el de faro porque desde 2021 cuenta con una iluminación artística que sirve para conmemorar distintas efemérides. Esto supuso una inversión de casi 200.000 euros. Mañana, 28 de febrero, por el Día de las Enfermedades Raras se iluminará de verde para dar visibilidad de manera simbólica a estas enfermedades poco frecuentes.
Por otro lado, los alrededores de esta gran estatua se llena de vida, de flores y pirotecnia, cada 4 de diciembre por la celebración de Santa Bárbara. Un acto que permite recordar a los mineros fallecidos y a los sonidos de las galerías.
Historia de la minería en Puertollano
La minería más dura, la de interior, cesó en 1975 en Puertollano y al año siguiente dio paso a la explotación a cielo abierto en la Mina Emma de Encasur, dónde a finales de los 80 hubo un máximo de 322 mineros fijos en plantilla, más personal de contratas, cifra que se ha ido reduciendo hasta la actualidad, en que apenas una decena de personas continúan con los trabajos de recuperación.
La mina de Encasur Puertollano, propiedad de Endesa, fue una de las más rentables de todo el país hasta el cese de actividad extractiva en 2015. En la actualidad, la restauración de los terrenos que han vuelto al uso agrícola y ganadero han recibido varios premios, con 987 hectáreas recuperadas, 100 mil árboles plantados y una inversión total de 40 millones. Además, se estudian como caso de éxito de recuperación ambiental en varias universidades de nuestro país.
De las casi mil hectáreas de Encasur, 669 han sido destinadas a cultivo de cereales y pastos, 126 hectáreas al cultivo de 27950 olivos, de los que se obtiene aceite de muy buena calidad, y árboles frutales, otras 104 hectáreas a vegetación autóctona y 36 hectáreas a un lago y varias zonas de humedales.
Fuente: Cadena SER