La directora de la Fundación "Alejo Carpentier", la intelectual Graziella Pogolotti, declaró hoy a Efe que ese texto "es algo totalmente desconocido y nos sorprendió muchísimo" por las características del autor, que no acostumbraba a escribir diarios.
Carpentier, novelista, narrador y periodista, es una de las principales figuras del denominado boom que renovó la literatura latinoamericana en el siglo pasado, y es reconocido entre los primeros en introducir el término de "lo real maravilloso" y el neobarroco en el continente.
Pogolotti rememora que este diario fue encontrado por la viuda y albacea del escritor, Lilia Esteban, fallecida en 2008, quien hace algunos años lo encontró en un sobre sellado en la casa donde vivió Carpentier, sede de la Fundación, y que ella incluso dejó un apunte en una agenda en el comentó su sorpresa sobre el asunto.
"El diario revela las angustias del escritor, lo empieza cuando estaba escribiendo Los pasos perdidos, en un momento en el que (Carpentier) se siente muy inseguro, algo que sucede con los escritores, sobre todo porque era una novela que implicaba un cambio muy importante en su obra", explicó la ensayista y crítica de arte.
Pogolotti señaló que el novelista escribió ese diario durante algunos años de su estancia en Venezuela "lo que nos llamó mucho la atención" y considera que reflejó también "sus lecturas del día a día, la música que escuchaba, con comentarios y notas para sí y no para el público".
Carpentier vivió autoexiliado en Venezuela entre 1945-1959 y algunos investigadores ven esa etapa como la "más fecunda de su vida" porque fue allí donde escribió tres de sus grandes novelas: Los pasos perdidos, 1952, inspirada en la geografía venezolana, El acoso, 1956; y El Siglo de las luces, terminada en 1958.
Los lectores cubanos conocerán esta nueva faceta del autor de El siglo de las luces y Concierto barroco bajo el título "Diario 1951-1957", la etapa que recoge de sus reflexiones, que serán publicadas por la editorial Letras Cubanas y presentadas alrededor del 26 de diciembre, fecha de su natalicio, adelantó Pogolotti.
Por estos días, la editorial del Museo Nacional de la Música y la Fundación publicaron un pequeño volumen que reúne un conjunto de artículos, notas y reseñas relacionadas con el ámbito de las producciones fonográficas, otro de los temas recurrentes de la obra del musicólogo que también fue Carpentier.
A propósito, un comentario del rotativo Granma resalta este lunes que el nuevo título El disco y la cultura musical revela "la importancia" que atribuyó el prominente intelectual a las grabaciones de partituras y a "la incidencia" del disco en la configuración de gustos y tendencias y el registro de la memoria sonora.
EFE
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