Dirección: Cecilia M. Bartolomé, José Juan Bartolomé
Año: 1981 - 1983
Duración: 190 min.
Idiomas: Castellano.
País de producción: España
Guión: Cecilia M. Bartolomé, José Juan Bartolomé
Fotografía: José Luis Alcaine
Aparecen: Rafael Alberti, Cristina Almeida, Santiago Bautista, Ana Belén, Manuel Carrillo, Emma Cohen, Felipe González, Paco Ibáñez, José de Juanes, Rosa León, Víctor Manuel, Violeta Parra, José Pérez Guerra, Jordi Pujol, Aurora Sacristán, Manuel Vázquez Montalbán.
Edición en España: Divisa en 2003 (actualmente descatalogado)
Después de... No se os puede dejar solos - Atado y bien atado
Efectivamente, Después de –que consta de dos partes denominadas No se os puede dejar solos - Atado y bien atado,
deja la imagen y la voz de este periodo –que se desarrolla
fundamentalmente entre 1979 y 1980- a los auténticos protagonistas de
este proceso, que fue el conjunto del pueblo español. Es por ello, por
la agudeza, la constancia y valentía a la hora de filmar, recopilar y
distribuir los materiales que forman parte de estas tres horas de
filmación, por los que esta propuesta ha de quedar quizá como el
testimonio fílmico más importante no del periodo de transición a la
democracia de España, sino de un momento temporal concreto en el que
realmente a partir de problemas endémicos de nuestro país –el retraso
coyuntural que este padecía-, lastres quizá ajenos a nuestro propio
marco geográfico –la crisis económica que caracterizaba el mundo
occidental- y la resolución decidida de procesos industriales aparcados
en el propio periodo de la transición –la incidencia en la agricultura o
la necesaria modernización industrial-, hizo quizá pensar a muchos
españoles de aquella época de la escasa eficacia de la llegada de un
régimen democrático.
Un descontento –o, mejor dicho, “desencanto”- que por parte de las
gentes de la izquierda se manifestaba en comprobar como tardaban en
arrancar reformas y leyes civiles demandadas por muchos, mientras que
por los nostálgicos del franquismo no era más que el escaparate de una
España que se abocaba a su disgregación autonómica –treinta años
después, los “civilizados” herederos de aquel franquismo vuelven a
lanzar esas proclamas a la actualidad española- y para ellos perdía por
completo envuelta en el caos general esa definición de “una, grande y
libre” por ellos venerada.
Pues
bien, la cámara de los dos directores se logró introducir en el
conjunto de una sociedad que en aquellos años se manifestaba viva, que
recuperaba la calle en forma de manifestación, que luchaba por sus
intereses, que veía como las reformas empezaban por uno mismo y en las
que en segundo plano podíamos comprobar lo anacrónico de los vestuarios y
características que ya entonces definían las personas que se
caracterizaban por su aire progresista o ultraconservador –en este
sentido la película de los hnos. Bartolomé es un documental enormemente
revelador ¿cómo apareceremos los ciudadanos de hoy día cuando dentro de
30 años se vean imágenes de la actualidad?-. Después de.. se convirtió
–casi a pesar suyo- en una película reveladora, ya que sus imágenes
finales –y pese a la negativa a admitir la posibilidad de ello por
alguna de las personalidades que intervienen- de alguna manera dejaba
entrever la posibilidad de una intentona golpista, que se hizo realidad
pocos meses después de la conclusión de la elaboración del documental. A
partir de ahí, lo cierto es que esa losa pesó sobre la posible
explotación comercial del producto logrado, sufriendo penalidades de
todo tipo que casi confluyen en un secuestro de la misma. Cierto es que
sus imágenes aún siguen resultado tan veraces como disolventes de cara a
aquellos que quisieron hacer ver que la transición política española
era una especie de cuento de hadas servido por la clase política. En sus
imágenes, tan veraces como abiertamente pobres y sencillas, se puede
ver la efervescencia de un pueblo que había aprovechado las
posibilidades que le brindaba las recién estrenadas libertades
democráticas -por un lado y mayoritariamente para demandar que estas
prosiguieran en su correcto camino de la ampliación-, y por parte de una
minoría tan ruidosa como amedrentadoramente patética, el deseo de
volver a un imposible camino de retorno que tuvo en el posterior 23 f su
último grito agónico y recordable.
Cierto es que las limitaciones de medios en ocasiones se hacen
ostensibles –esa recurrencia un tanto pobre a los titulares de prensa
para cubrir las carencias de imágenes o hacer avanzar la acción-, pero
el abanico de temas que aborda este documental es realmente amplio y
representativo. Desde la mirada a los diferentes sectores enfrentados en
la sociedad vasca, la “pacífica” reivindicación de la autonomía
catalana, la batalla por el derecho al aborto, las consecuencias de la
crisis de la agricultura, la llegada de la izquierda a los ayuntamientos
–impagable la imagen del llorado alcalde de Madrid, Enrique Tierno
Galván, asistiendo imperturbable a la misa en honor a la patrona de la
capital en donde el oficiante se desmarca con una homilía que podría
haber diseñado el mismo Blas Piñar-, la estrategia de la confrontación
con extremos del terrorismo etarra y de ultraderecha... Todo un abanico
de subtramas que en su conjunto formaron ese casi convulso periodo que
muchos han querido vestir de color de rosa.
Es evidente que las imágenes de Después de.. pretenden una objetividad
que la misma configuración de lo que muestra es imposible lograr. Una
simple mirada al entorno festivo, legítimo y generalmente respetuoso de
aquellos que caracterizan el mundo de la izquierda o los trabajadores,
bastan para comprobar las simpatías de los firmantes. Sin embargo, a mi
juicio las imágenes más impactantes y al mismo tiempo casi
“esperpénticas” recaen en aquellos momentos que muestran los ritos y
personajes representativos de la extrema derecha de aquel tiempo. Y a
este respecto uno no puede dejar de olvidar lo involuntariamente
hilarante que resulta el primer plano sostenido de la –presumiblemente-
acomodada señora de edad –parece hermana gemela de la actriz Amelia de
la Torre-, que desglosa ante la cámara y en la explanada del Valle de
los Caídos una furibunda y apocalíptica proclama del caos español que
había destruido la “obra” de Franco. Esto, o las declaraciones de la
cantante Charo Reina, mostrándola momentos después lanzando una proclama
de un mitin de Fuerza Nueva, o la actividad de los cachorros de Blas
Piñar tirando piedras desde su sede a una manifestación andalucista en
Sevilla, son imágenes que gracias al arriesgado proyecto de los dos
cineastas, permitirán que queden en la memoria tanto de los aficionados
como de los estudios de ese periodo apasionante de nuestra historia
reciente.
Fuentes de Información: Reseña publicada por Juan Carlos Vizcaino Cinema de Perra Gorda, GoogleVideo (1981 - 1983), Culturalianet, Taringa (descargas, incluye entrevista a los directores).
Fuente: Naranjas de Hiroshima
Después de... - Parte 1 - No se os puede dejar solos (1981)