La guerra y la paz
Pablo Picasso
Mural
1959
Capilla del Castillo de Vallauris
“Vallauris”, “cerámica” y “Picasso” son tres palabras que normalmente vienen asociadas. En esa ciudad de la Costa Azul, allá por el año 1946, el pintor cubista conoció al matrimonio Ramié y su taller de cerámica Madoura. Fascinado, inició un período de intensa experimentación con este material y una productiva relación con la ciudad a la que se mudó con toda la familia.
En el centro de la localidad, el antiguo castillo de Vallauris tenía adosada una pequeña capilla románica del siglo XII que estaba en desuso desde la Revolución Francesa. Fueron las autoridades municipales quienes sugirieron a Picasso la idea de pintar el recinto y el artista se entusiasmó de inmediato con el proyecto. Durante años, había concebido la idea de crear un templo para la paz y era hora de materializarlo. De modo que en 1952 comenzó a pintar unos paneles de madera (masonite) que más tarde se montaron siguiendo la curva de la bóveda, de piso a techo.
Picasso nombró a esta obra como: La guerra y la paz. De un lado, la composición lúgubre hace referencia a las desgracias de la guerra. Mientras el opuesto, habla de la productiva felicidad que proponen los tiempos de paz. Al fondo, una paloma aparece rodeada por figuras de diferentes colores-razas que representan a la humanidad.
El lugar es hoy visita obligada cuando se llega a Vallauris siguiendo los pasos de Picasso. La capilla está poco iluminada, tal y como quería el pintor, para que el visitante tenga la sensación de estar en una caverna viendo arte rupestre. Pero con todo, el mensaje es claro y directo: la paz es sagrada.
Fuente: bitácoras errantes