El arte del Berlín comunista es un gran desconocido para el público general. “Aufbrüche. Abbrüche. Umbrüche. Kunst in Ost-Berlin 1985-1995” es una exposición que muestra el arte de una década emocionante, pero bastante ignorada. El título de la muestra, “Irrupciones. Rupturas. Cambios. Arte en Berlín Este 1985-1995”, ya nos introduce en el contexto de los últimos años de la dictadura comunista y los primeros de apertura tras la reunificación, en el cual crear arte significó una acción, cuanto menos, compleja.
La exposición temporal sobre el arte de Berlín Este está disponible hasta el 11 de diciembre en dos de los museos más atípicos y desconocidos de Berlín: el Museo de la Nikolaikirche y el Museo del Palacio Ephraim (abierto después de dos años de reformas). Una exposición dividida en dos partes, separadas por 100 metros a pie, la una de la otra.
Aunque cueste creerlo, la Nikolaikirche no es un lugar de culto. La iglesia de doble torre escondida en el Berlín primigenio es la iglesia más antigua de Berlín, con sus ocho siglos de historia. A pesar de su perfecto estado de conservación, fue precisamente la RDA la que decidió rebautizarla en museo y eso la convierte en uno de los centros de arte más exclusivos de la capital alemana.
Sorprende que allí donde habría frescos, bancos o muros de piedra, ahora cuelgan videos, instalaciones y esculturas con el mismo recogimiento que permite un museo. Asimismo, la exposición está pensada igualmente para personas con discapacidad visual o auditiva, pues cuenta con descripciones en braile y videoguía en lengua de signos alemán. Cabe destacar una reproducción en 3D de alta calidad de la iglesia que permite un recorrido táctil por la forma exterior e interior de la construcción y un muestrario de los distintos materiales utilizados para la construcción.
Otra ventaja es que la audioguía, al igual que en el Märkisches Museum, está incluida en la entrada y disponible tanto en español como en otros idiomas. El museo también ofrece una guía familiar, además de la videoguía en lengua de signos mencionada anteriormente.
En un viaje de vuelta a la antigua frontera entre el oeste y el este de Berlín, los visitantes se encontrarán con más de 100 obras y series de unos 35 artistas. La exposición ha dado la misma importancia a las obras que a las personas que las crearon, por eso las entrevistas escogidas de testimonios de aquella década son parte del recorrido. Después de la disolución de la RDA, las obras se resguardaron en el entonces Märkisches Museum del Berlín Oriental, y entre ellas hay fotografía, escultura, pintura y diseño gráfico.
La exposición deja claro que muchos de los artistas del Berlín Oriental se inspiraron en los trastornos y cambios de la época. Otros se mantuvieron esencialmente fieles a su orientación formal-estética y temática, y a otros se les negó un nuevo comienzo y proyección pública tras el giro político. Algunos de ellos ya no tenían cabida en la politizada escena artística de la RDA debido a sus opiniones contrarias al régimen. Cabe mencionar en este marco al pintor y artista gráfico Fritz Esenwein, fallecido en 2020. No obstante, la mayoría encontró nuevas formas de mostrar su trabajo y de ubicarlo en el contexto artístico de aquella época.
Las tensiones políticas y sociales de los últimos años de la RDA, la caída del Muro y la súbita unificación del Berlín Este y Oeste calaron en los artistas del lado oriental que experimentaron la irrupción en un mundo desconocido marcado por las nuevas libertades y la pérdida de un medio de vida, en su mayoría, seguro. La escena estaba formada por artistas veteranos que ya disfrutaban de autonomía en su nicho, artistas jóvenes independientes y alternativos o los que no pudieron continuar produciendo arte. En los testimonios se detectan las dificultades de estos artistas respecto a los de Berlín Oeste para adaptarse o casi entender que el arte tenía un mercado y estaba sujeto a financiación.
Con sus dibujos, grabados y carteles, Manfred Butzmann trabaja todavía sobre el recuerdo y apela así a la responsabilidad de cada individuo. Los carteles críticos de Butzmann han ganado valor con el tiempo porque su mensaje sigue siendo actual.
Sabine Herrmann y Klaus Killisch son parte de la escena artística de Prenzlauer Berg y ambos formaron parte de los jóvenes artistas que se abrieron a las influencias internacionales fuera de la «Escuela de Berlín». En 1989 cofundaron una de las primeras galerías-productoras de Berlín que facilitaba a los jóvenes artistas y a los galeristas la entrada en la escena artística.
En la muestra también se presenta la serie de fotografía en blanco y negro «inter esse». Se trata del trabajo de final de carrera de Maria Sewcz, cuyos espacios reflejan la vida diaria en el Berlín de finales de los ochenta.
Entre los numerosos artistas recogidos en la muestra, puede que Sabine Peuckert sea quien mejor defina en palabras lo que ella y sus homólogos sintieron. Asegura que nunca se le ocurrió ilustrar ni pintar otro motivo que no fuera Berlín, porque era en Berlín donde estaban eclosionando todo tipo de sensibilidades. La ciudad como espacio abierto y arquitectónico era suficiente material.
“Cicatrices de la guerra, espacios destruidos, lugares silenciosos en pleno centro de una ciudad que casi evocaban el abandono rural. Todo ello ofrecía una belleza mórbida pero también una apertura a una visión no condensada de barrios donde se mezclaban pobres con ricos, mayores con jóvenes. No había en Berlín una buena calidad de vida, pero tenía una poesía especial acompañada de una nueva energía y nuevos símbolos y también cada vez más y más grúas. Nosotros registramos ese cambio y también la pérdida de muchos de esos motivos en los que nos inspiramos”, en palabras de Peuckert.
“Aufbrüche. Abbrüche. Umbrüche. Kunst in Ost-Berlin 1985-1995” está organizada y financiada por la fundación Kulturforum Berliner Volksbank y por Stadtmuseum Berlin. Esta exposición complementa a las exitosas «Berlín Oeste. Una isla en búsqueda de tierra firme» del 2014-2015 y a «Berlín Este. La mitad de la capital» de 2019. El foco esta vez ha sido dar a conocer una fase especial de la historia de la ciudad que va desde el final de la RDA hasta la unificación de ambas partes de Berlín y que culminó en 1989-1990. Y si las obras expuestas convencen por su carácter único discursivo y artístico, quien acuda podrá asimismo hacerse con uno de los catálogos de la muestra.
«Aufbrüche. Abbrüche. Umbrüche. Kunst in Ost-Berlin 1985–1995»
Del 16 septiembre al 11 de diciembre 2022
Museum Nikolaikirche (Nikolaikirchplatz, 10178 Berlín-Mitte)
Museum Ephraim-Palais (Poststraße 16, 10178 Berlín-Mitte)
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Horario: de martes a domingos de 10 a 18 horas. Lunes: cerrado.
Tickets: 6 euros (tarifa regular), 4 euros (reducida). Se pueden adquirir online hasta con 14 días de antelación haciendo clic AQUÍ.
Fuente: Berlin Amateurs