Nacido en Madrid en septiembre de 1898, murió en París en agosto de 1963. Fue discípulo de Conrado del Campo, con unos comienzos en su carrera realmente fulgurantes, ganando tres premios nacionales de música. Bacarisse fue miembro del “Grupo de los Ocho”, fundado a semejanza del grupo francés de Les Six para combatir el conservadurismo musical. Se le considera así perteneciente a la Generación del 27, también conocida como Generación de la República, compuesta por músicos surgidos anteriormente pero que dieron sus frutos a lo largo de los años 20 y 30. Pero sobre todo participó activamente en Unión Radio, antecedente de lo que más tarde se convertiría en la Cadena Ser, siendo así pionero en el empleo de este -por aquel entonces- novedoso medio de comunicación, con el que se convirtió en gran difusor de la música clásica en nuestro país, pese a las limitaciones técnicas de la época. Por otra parte, también sobresalió en la organización de actividades musicales en apoyo a la República durante la Guerra Civil.
Con la victoria de Franco, huyó de España, instalándose definitivamente en París, y aunque musicalmente dejó su faceta de innovación, se considera que fue muy prolífico durante su vida en el exilio. Una vez allí, formó parte del primer equipo de la ORTF que emitía en lengua hispana tras la Liberación de Francia. De hecho, se convirtió en director musical de los distintos programas que se emitían, experto como era en cuestiones radiofónicas, prosiguiendo en cierto modo con la labor de difusión que había emprendido años antes en Unión Radio.
En el plano político fue destacado militante del Partido Comunista, y uno de los fundadores de la famosa Unión de Intelectuales Españoles en Francia, asociación de cuyo cuadro directivo formó parte hasta prácticamente el final de su vida. Julián Antonio Ramírez lo recuerda en sus memorias como un hombre de trato excelente y gran personalidad, siendo su apartamento lugar de reunión en torno al cual gravitaban la mayoría de músicos españoles que aparecían por París durante aquellos años (ICI París, 62-63). Amigo personal del propio Julián, se convirtió en el gran valedor de la incorporación de Adelita del Campo en Radio París, frente a las negativas de Díaz Roncero, redactor-jefe de las emisiones en castellano de aquellos años (ICI París, 335).
De su legado artístico en el exilio, cabe señalar su ópera Fuenteovejuna (1962), los Veinticinco preludios para piano (1960), y sobre todo, el Concertino para guitarra y orquesta (1957), estrenado por Yepes y Argenta en el Théatre des Champs Elysées de París, que aunque no sea excesivamente conocido en España, muchos medios de comunicación se han servido de él como música de fondo para eventos importantes, sin citar autor ni procedencia.
El compositor volcó en su Concertino la nostalgia que sentía de su tierra, la añoranza de los paisajes en los que creció, su familia, sus amigos..
Romanza es el segundo de los cuatro movimientos o partes que componen este Concertino para guitarra y orquesta en la menor. Esos cuatro movimientos son: Allegro, Romanza, Scherzo y Rondò..
Fuente: Universidad de Alicante