Silenciado por defender la igualdad racial y social, Robeson fue uno de los artistas más famosos y singulares de Estados Unidos.
“SENADOR: ¿Por qué no se queda en Rusia?
PAUL ROBESON: Porque mi padre era un esclavo, y mi gente murió para construir este país, y yo me quedaré aquí y formaré parte de él, igual que usted. Y ninguna persona de mente fascista me echará de aquí. ¿Está claro? Estoy a favor de la paz con la Unión Soviética, y estoy a favor de la paz con China, y no estoy a favor de la paz ni la amistad con el franquismo fascista, y no estoy a favor de la paz con los alemanes nazis fascistas. Estoy por la paz con gente decente”.
Interrogatorio del Comité de Actividades Antiamericanas. 1956.
“Sólo sabemos que uno de los crímenes de la Guerra Fría más grandes de este país fue detener su voz, para que no la oyeran cientos de millones. Bueno, para mí, Paul Robeson vivirá para siempre. Su fuerza nos hizo más fuertes; su arte nos inspiró para ser mejores artistas. Llegará el día en el que los trabajadores del mundo pondrán fin a la explotación de clase, fin al racismo, y al militarismo, y a la pobreza”
Tributo. Pete Seeger.
El actor, cantante y activista Paul Robeson ya tiene biografía en español
Un artista de una gran trayectoria e intensa carrera que ha sido silenciado por su compromiso con las ideas de la justicia social y la igualdad. Conoció España y apoyó a la II República, entre otros pasajes sorprendentes de su vida. La autora Paular Park es el pseudónimo de una científica que un buen día se tropezó con Paul Robeson y consideró que este ejemplo de compromiso con la justicia no debía permanecer en el silencio. Publicado en el sello andaluz Atrapasueños, el libro estará a la venta a partir del 30 de enero.
Por primera vez se publica una biografía completa del gran artista y activista Paul Robeson, como bien dice Felipe Alcaraz en su prólogo, en un contexto muy especial donde también se reprende desde el poder mediático y político las ideas del comunismo:
“Tras muchos años de silencio y olvido, de destrucción de su memoria histórica, ha empezado a ser rehabilitado. Pero la rehabilitación de la memoria es siempre una empinada cuesta arriba. De ahí que haya que saludar con fuerza un libro como este, cuidado y riguroso. Y se trata de una cuesta arriba dificultosa, porque el neoliberalismo opone una fuerte resistencia. Estamos inmersos en una guerra fría que no termina nunca. Nos enfrentamos con un sistema que nunca olvida a los suyos (a quienes provee de una memoria gloriosa) ni olvida a sus detractores. Mucho más si esos detractores se expresan y mueven desde la problemática comunista. Esa problemática que dicen algunos que ha desaparecido. Pero aquí cabe una pregunta: ¿Si el comunismo ha desaparecido, si ya es un recuerdo marginal, por qué hay tantos anticomunistas, por qué se está agudizando la lucha anticomunista?”
El periodista Mariano Asenjo nos define en pocas palabras su biografía:
“Paul Robeson fue un actor, cantante, jugador de fútbol, abogado y activista por los derechos civiles nacido en Princeton (Estados Unidos) en 1898 y muerto en Filadelfia en 1976. Su padre fue un esclavo negro que había conseguido huir de la plantación de Carolina del Norte, en la que había nacido. Robeson estudió leyes en Rutgers, universidad en la que fue el tercer estudiante negro de su historia. Jugó al fútbol americano profesional en la National Football League. En 1923 se graduó en Derecho en la Universidad de Columbia, pero pronto acabaría abandonando la abogacía para dedicarse al cine, el teatro y la música. Su fama traspasó las fronteras de su país con la interpretación de Joe en el musical Show Boat”.
La insurrección fascista en España fue un hecho significativo en la vida de Paul Robeson. En 1937, para apoyar al Gobierno legal de la República, Robeson dio un concierto benéfico en el Albert Hall de Londres. Allí fue recibido por una aclamación ensordecedora, tras la que hizo un conmovedor discurso:
“El artista debe tomar partido. Debe elegir luchar por la libertad o por la esclavitud. Yo he elegido. No tenía otra alternativa. […] Que vuestro mensaje inspirador llegue a todos los hombres, mujeres y niños que defiendan la libertad y la justicia. Porque la liberación de España de la opresión de los reaccionarios fascistas no es un asunto privado de los españoles, sino una causa común de toda la humanidad avanzada y progresista”.
Después vendría a España a cantar para los combatientes por la República en los frentes de Madrid, Barcelona, Teruel... Aquí pasó un mes, pero nunca dejó de hablar a favor de los que resistían al fascismo. Recolectó fondos para la República Española, y para ayudar al retorno de veteranos heridos de la Brigada Lincoln que necesitaban atención médica.
Asimismo Robeson sufriría en su país la persecución del macartismo. Durante un interrogatorio en el Senado ante el Comité de Actividades Antiamericanas, manifestó su condena al ataque permanente y sistemático de los derechos de los negros en los Estados Unidos, tras lo cual un diputado le preguntó por qué no se iba a vivir a la Unión Soviética, si tanto le disgustaba la vida en su país. La respuesta de Robeson fue tan digna como demoledora: “Porque mi padre fue un esclavo, y mi gente murió para construir este país, y yo me voy a quedar aquí, y voy a ser parte de este país tanto como usted. Y ninguna persona de mente fascista me forzará a irme. ¿Está claro?.”
Fuente: el plural