La “Sinfonía Nº 2 en mi menor" (La Campana) Op.56 fue compuesta en 1943. Su nombre proviene de la utilización de tres campanas en su partitura. Pero este nombre no fue propuesto por el compositor que decía que se trataba de una obra abstracta. La revisó varias veces hasta llegar a su versión final impresa en 1969. El movimiento final fue notablemente acortado.
La sinfonía fue presentada en los Estados Unidos el 13 de abril de 1945 en New York dirigida por Leonard Bernstein causando una gran impresión especialmente su doloroso movimiento lento.
El primer movimiento, andante maestoso, empieza con un motivo acompañado por el sonido de las campanas que anuncian la catástrofe. Un tema melódico de carácter melancólico presentado por los violines contrasta con las secciones enérgica derivadas del motivo inicial. El desarrollo está teñido de tristeza mediante un dulce lamento que en momentos se convierte en un grito de cólera. Termina con una apacible coda.
El segundo movimiento, allegro risoluto, corresponde al scherzo. Una viva danza de carácter folclórico es interpretada por la cuerda que presenta un tema lírico. La tonalidad va cambiando como si nos presentara una serie de acontecimientos diversos. En la parte central correspondiente al trío, los violoncelos en solitario interpretan un tema más lento, pero pronto reaparece el tema de danza inicial.
El tercer movimiento, andante sostenuto, consiste en una marcha fúnebre. El compositor Nicolas Slonimsky nos lo describe perfectamente con las siguientes frases. Una elegía trágica reflejando los inmensos sufrimientos del pueblo soviético infligidos por la brutal máquina de guerra nazi, con las notas amenazadoras del Dies Irae elevándose de las profundidades como un motivo universal de muerte y de lamento. El ritmo de la marcha fúnebre acompaña a una forma melódica que expresa un sentido dolor. El tema se desarrolla hasta la aparición de las notas del Dies Irae en forma de himno. Termina con unas notas que nos muestran cierta esperanza en el porvenir.
El último movimiento, andante mosso, allegro sostenuto, maestoso, empieza con unas notas de llamada, una llamada a las armas. Un tema triunfal nos describe la victoria final. El tema es interpretado brillantemente acompañado por la percusión. Motivos rítmicos nos describen la lucha que nos conducirá a la victoria. En la parte final reaparecen motivos del primer movimiento transformados adquiriendo un carácter más apacible. El sonido de las campanas se convierte en un repique de victoria.
Escrita durante los trágicos acontecimientos de la invasión nazi, la sinfonía nos ofrece un poema sinfónico dividido en cuatro partes. A pesar de no poseer un verdadero programa la música nos describe las diferentes fases por las que pasa el pueblo soviético desde la tristeza de la invasión hasta la victoria final.
Fuente: Historia de la Sinfonía