Mitin Obrero
David Alfaro Siqueiros
1932
Mural
19 x 24 m
Parque MacArthur, Los Ángeles (EE.UU.)
En 1932, Siqueiros visitó Los Ángeles invitado por la Escuela Chouinard de Arte. El objetivo de la institución cultural de tendencia comunista consistía en que el pintor no sólo ofreciera algunos cursos, sino que también desarrollara ahí su arte muralista.
Lo que no sabía Siqueiros es que en esa estancia de nueve meses en EU su trabajo sufriría dos impactos. Por una parte, sería objeto de censura política y, por otra, incorporaría a su labor creativa algunas técnicas entonces novedosas, como las pinturas industriales y el uso de pistola o pincel de aire. En ambos casos, su trabajo tuvo un punto de quiebre.
Quien me ayudó hace 12 años a reconstruir la epopeya de Mitin obrero fue el fotorreportero Luis Garza, veterano líder chicano y principal promotor del rescate de la obra de Siqueiros en Los Ángeles. En aquel momento narró cómo descubrió el mural, junto a colegas suyos adscritos al Fondo para el Legado y la Leyenda de la Fundación para la Comunidad de California.
Garza relató que hacia mediados de 2005, si la memoria no me falla, él y su equipo se dieron a la tarea de buscar antecedentes de artistas que ayudaron a Siqueiros en 1932, justamente en la Escuela Chouinard, y la información que obtuvieran sería utilizada para preparar una exposición a la que titularon Legado y Leyenda: Siqueiros y América Tropical. Censura desafiada.
Junto con uno de sus compañeros de equipo, José Luis Sedano, conoció a los directores de la “restablecida” Chouinard. Su pesquisa los condujo a algunos artistas involucrados en la historia de los murales y, desde luego, al propio mural escondido y a la censura que sobre él recayó. Ya con esos datos, acordaron visitar el sitio donde reposaba la obra y constatar en qué condiciones se encontraba.
Actualmente, la antigua Chouinard —edificio estilo art decó que se conserva impecable— cumple otras funciones, y son de carácter religioso. Y esta construcción es la que alberga –en su amplia cocina– la obra “invisible” de David Alfaro Siqueiros.
El mural —de 19 por 24 metros— está localizado en el Parque MacArthur, área de Los Ángeles, en la antigua Chouinard, que desde la década de los 90 del siglo pasado se ha convertido en una Iglesia Coreana Presbiteriana de nombre New Times. Detrás de un patio, en un muro de la parte posterior está el mural, cercenado a la mitad por una puerta que conduce a un cuarto pequeño.
En resumen, el mural se encuentra casi intacto al fondo de la cocina de lo que hoy es un lugar de culto. Su ubicación precisa es detrás de dos grandes refrigeradores y, lo peor de todo, está tapiado por muchas manos de pintura y una capa de azulejos. Es, pues, un viejo tapiz que no podría desprenderse sin comprometer la obra de Siquieros.
Garza recordó también la manera en que constataron la existencia de la obra, luego de la primera expedición al edificio. En ese momento, el fotógrafo y promotor cultural angelino estaba convencido de que el mural, a pesar de todo, se conservaba en muy buenas condiciones bajo las gruesas capas de pintura que lo cubrían. Después de sacar un clavo de la pared cayeron en sus manos algunas virutas coloreadas del cemento. Tras pactar una investigación básica, algunas pruebas preliminares revelaron colores vivos. Garza aceptó que, aunque la condición total de la obra era desconocida –y áreas del mural pudieron haberse perdido o dañado–, confiaba en que no está destruida.
A pesar de la presunción de que se mantiene prácticamente intacto, Luis Garza recordó que Mitin obrero sufrió la censura del gobierno estadunidense, que en los años 30 del siglo XX ya ejercía plenamente la persecución a quienes se le oponían políticamente. Habrá que decir, pues que, en medio de una época de agitación ideológica, el arte tomaba la tribuna con mucha frecuencia y Siqueiros, como bien se sabe, militaba del lado izquierdo. Por esa misma razón, su trabajo fue censurado.
Así que tan pronto los agentes estadunidenses descubrieron los murales el 7 de julio de 1932, el mural fue “prohibido de la vista pública”. Esta orden, eso sí se sabe, fue impuesta por la Escuadrilla Roja del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD, por sus siglas en inglés). Se trataba de una división especial de la LAPD, cuyo propósito primario era reprimir activistas políticos del movimiento progresista de esa época.
Aquel mural en el que, para variar, Siqueiros mostró sin cortapisas su férreo compromiso político, duerme el sueño de los justos. Y quizá se trate de un sueño eterno. Mitin obrero, a pesar de los esfuerzos por rescatarlo, seguirá escondido tras un grueso tapiz de pintura en el fondo de una cocina.
Fuente: Excelsior