La siega en Andalucía
Gonzalo Bilbao
Oleo sobre lienzo
105 x 180 cm
1894
Colección privada
En 1894, Gonzalo Bilbao iniciaba lo que en rigor constituye la serie de La siega y La recolección en Andalucía. Se trata de diversas representaciones alusivas a las duras faenas agrícolas efectuadas a pleno sol por sufridos labriegos. De las diversas versiones, sin duda la obra más representativa es el lienzo de 105 x 180 cm firmado en Sevilla en 1894.
Su tema es muy simple: un nutrido grupo de segadores colocados en diversos planos de profundidad, tocados con sombrero de paja o pañuelos y blancas vestiduras, realizan con esfuerzo y fatiga las faenas propias de su oficio bajo un tórrido sol de mediodía. De entre ellos destacan por su expresión dos que se incorporan para mirar al espectador: uno, con la hoz en la diestra y la gavilla en la mano contraria entorna los ojos ante tan cegadora luz, mientras el otro, limpia el sudor de su frente con el antebrazo izquierdo. En primer plano, aparece un cántaro tal vez ya vacío como símbolo parlante de la sed, al fondo, un capataz a caballo da las órdenes señalando hacia el horizonte en el que se dibuja silueteado por el sofocante calor el caserío de una población.
El alegato social de la obra, verdadero manifiesto del heroico trabajo del campesinado andaluz, fue advertido por Francisco Cuenca al describir ajustadamente la acción: Hombres encorvados, sudorosos, ennegrecidos por el sol implacable, y medio ocultos en el oro polvoriento y asfixiante de las mieses, son como un grito de rebeldía.
Fuente: Gerardo Pérez Calero. LA IMAGEN DEL NUEVO HÉROE EN LA PINTURA ANDALUZA