Mundo Obrero. Una historia de la clase trabajadora en España
Texto y dirección: Alberto San Juan
Intérpretes: Luis Bermejo, Lola Botello, Pilar Gómez, Alberto San Juan
Música: Santiago Auserón
Iluminación: Raúl Baena
Espacio sonoro: Adrián Foulkes
Vestuario y espacio escénico: Beatriz San Juan
Ayudante de dirección: Ana Belén Santiago
Producción: Teatro Español
Producción en gira: Teatro del Barrio
El que fuera uno de los motores de la compañía Animalario y a día de hoy cabeza visible del proyecto del Teatro del Barrio siempre ha visto las artes escénicas como una herramienta para la reflexión política. Ahora, en Mundo Obrero, producido por el Teatro Español, repasa los episodios más destacados de la historia de España desde principios del siglo XX a través de los ojos de Pilar y Luis, los dos personajes centrales de la obra, dos enamorados que viven una historia particular pero que puede ser un retrato (puede haber otros) de un modo de vida y de unos ideales, de una forma de lucha. Porque la historia de amor de Mundo obrero es la de dos enamorados que vienen del campo, del hambre necesaria para la existencia del latifundio. Pilar y Luis son dos enamorados que, de generación en generación, a través del tiempo (en la República, contra la dictadura, bajo el consenso, imaginando siempre una democracia aún por venir), defenderán siempre, frente a las diferentes hambres, su amor sin final.
El relato termina en la actualidad. Por tanto, su relación con la actualidad es directa. Y es que en cierta forma la obra habla de la destrucción de la conciencia de clase que hoy seguimos padeciendo.
Mundo Obrero mezcla durante la función los personajes ficticios con otros reales de las distintas épocas reflejadas. Además, la obra tiene también un importante componente musical, puesto que los intérpretes se atreven a cantar canciones compuestas expresamente para este proyecto teatral nada menos que por Santiago Auserón, quien además de ser un gran compositor, es un extraordinario narrador, y por si fuera poco conoce bien la música popular española por lo que era el autor idóneo para las canciones de Mundo Obrero.
Otro aspecto a destacar es el cariz de comedia que adquiere la obra en muchos momentos, y porque como dice el propio Alberto San Juan “nos reiremos juntos, nuestras risas serán balas que al acertar no matan, sino que dan vida”.
Sinopsis
A principios del siglo XX, Pilar y Luis serán alumnos de Francisco Ferrer i Guardia en la Escuela Moderna. Durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera, se encontrarán con Buenaventura Durruti en el bar La Tranquilidad, en el Barrio Chino de Barcelona. Participarán de la gran esperanza de la Segunda República, ocuparán fincas en el 36. Serán asesinados y arrojados a una fosa común. Reaparecerán a principios de los 60, en las asambleas obreras y vecinales que empezaron a construir una alternativa radicalmente democrática frente a la dictadura franquista. Sufrirán tortura por parte de comisarios que ascenderán en el escalafón durante la democracia posfranquista. Formarán parte de la ola prerrevolucionaria que sucedió a la muerte de Franco. Serán tiroteados. Después, serán integrados en el gran consenso, casi borrados en su humanidad por su condición de asalariados. Finalmente, en esta historia sin final, asaltarán los cielos. Y allí bailarán, siempre enamorados.
Texto y dirección: Alberto San Juan
Intérpretes: Luis Bermejo, Lola Botello, Pilar Gómez, Alberto San Juan
Música: Santiago Auserón
Iluminación: Raúl Baena
Espacio sonoro: Adrián Foulkes
Vestuario y espacio escénico: Beatriz San Juan
Ayudante de dirección: Ana Belén Santiago
Producción: Teatro Español
Producción en gira: Teatro del Barrio
El que fuera uno de los motores de la compañía Animalario y a día de hoy cabeza visible del proyecto del Teatro del Barrio siempre ha visto las artes escénicas como una herramienta para la reflexión política. Ahora, en Mundo Obrero, producido por el Teatro Español, repasa los episodios más destacados de la historia de España desde principios del siglo XX a través de los ojos de Pilar y Luis, los dos personajes centrales de la obra, dos enamorados que viven una historia particular pero que puede ser un retrato (puede haber otros) de un modo de vida y de unos ideales, de una forma de lucha. Porque la historia de amor de Mundo obrero es la de dos enamorados que vienen del campo, del hambre necesaria para la existencia del latifundio. Pilar y Luis son dos enamorados que, de generación en generación, a través del tiempo (en la República, contra la dictadura, bajo el consenso, imaginando siempre una democracia aún por venir), defenderán siempre, frente a las diferentes hambres, su amor sin final.
El relato termina en la actualidad. Por tanto, su relación con la actualidad es directa. Y es que en cierta forma la obra habla de la destrucción de la conciencia de clase que hoy seguimos padeciendo.
Mundo Obrero mezcla durante la función los personajes ficticios con otros reales de las distintas épocas reflejadas. Además, la obra tiene también un importante componente musical, puesto que los intérpretes se atreven a cantar canciones compuestas expresamente para este proyecto teatral nada menos que por Santiago Auserón, quien además de ser un gran compositor, es un extraordinario narrador, y por si fuera poco conoce bien la música popular española por lo que era el autor idóneo para las canciones de Mundo Obrero.
Otro aspecto a destacar es el cariz de comedia que adquiere la obra en muchos momentos, y porque como dice el propio Alberto San Juan “nos reiremos juntos, nuestras risas serán balas que al acertar no matan, sino que dan vida”.
Sinopsis
A principios del siglo XX, Pilar y Luis serán alumnos de Francisco Ferrer i Guardia en la Escuela Moderna. Durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera, se encontrarán con Buenaventura Durruti en el bar La Tranquilidad, en el Barrio Chino de Barcelona. Participarán de la gran esperanza de la Segunda República, ocuparán fincas en el 36. Serán asesinados y arrojados a una fosa común. Reaparecerán a principios de los 60, en las asambleas obreras y vecinales que empezaron a construir una alternativa radicalmente democrática frente a la dictadura franquista. Sufrirán tortura por parte de comisarios que ascenderán en el escalafón durante la democracia posfranquista. Formarán parte de la ola prerrevolucionaria que sucedió a la muerte de Franco. Serán tiroteados. Después, serán integrados en el gran consenso, casi borrados en su humanidad por su condición de asalariados. Finalmente, en esta historia sin final, asaltarán los cielos. Y allí bailarán, siempre enamorados.