Fidel Castro avanza reconcentrado y cuidadoso en esquí por una pista nevada, mientras a su espalda constata sonriente el líder soviético Nikita Kruschov los éxitos deportivos de su amigo.
En la instantánea siguiente vemos al líder de la Revolución cubana junto a las riberas del lago Baikal son un osezno negro en los brazos.
Y en el Teatro Bolshói, la legendaria bailarina Maya Plisetzkaya pregunta algo, con inocultable admiración, al comandante. Resulta impresionante la escena captada por la cámara de la conversación espontánea de la joven delicada de vestido blanco con el barbudo Fidel que luce su inconfundible uniforme militar. A propósito, cuentan que Castro se había enamorado de la mundialmente famosa bailarina...
Estas y otras instantáneas excepcionales es posible apreciar en la exposición fotográfica inaugurada en el Museo Central de la Gran Guerra Patria, dedicada al medio siglo de la primera visita de Fidel Castro a la URSS, en 1963. El líder de Cuba recorrió en treinta y nueve días el territorio soviético de Occidente al Este, en los que visitó Moscú, Leningrado, Irkutsk y decenas de otras ciudades. Por doquier se encontró con gente corriente, visitaba plantas industriales y fábricas.
Por vez primera mostraron a un jefe de Estado extranjero los silos de los cohetes intercontinentales soviéticos y le permitieron recorrer un submarino atómico. Además, Fidel pronunció un discurso ni mas ni menos que desde la tribuna del mausoleo de Lenin, en la Plaza Roja, un honor de veras sin igual. Su discurso fogoso, expresivo, sin papel, causó genuino furor. Así es justamente como quedó grabado en la memoria de los testigos de aquella histórica visita del combatiente revolucionario por la justicia.
"Fidel Castro sentó los cimientos, con su visita a la URSS, para el carácter especial de las relaciones entre Moscú y La Habana", declaró el viceministro de Exteriores de Rusia, Serguei Ryabkov, en la ceremonia de inauguración de la exposición fotográfica Una amistad por los siglos:
–Valoramos por lo alto su enorme aporte personal en el proceso de formación y desarrollo de las relaciones ruso-cubanas que, hace ya muchas décadas están colmadas por los sentimientos de simpatía mutua, de la amistad, de la solidaridad y miramos el futuro con optimismo. Tenemos muchos contactos, continúan los trabajos en proyectos concretos. Estoy seguro de que nos esperan nuevas victorias. De conjunto con los amigos cubanos vamos a trabajar en esa dirección como nos convocara Fidel Castro y los dirigentes actuales de nuestros países.
"Sentimos orgullo del nivel alcanzado por las relaciones ruso-cubanas", destacaba en entrevista a nuestra emisora por el embajador de La Habana en Moscú Emilio Losada García.
Las fotografías tomadas hace cincuenta años transmiten esa atmósfera de amistad y de simpatía mutua. Las personas se sonríen en todas las instantáneas, sean ya los taladores de bosques de la taiga siberiana, o la nieta de Krurschov, a quien Fidel sostiene cariñosamente en sus enormes brazos. No sorprende que esta muestra goce de tal popularidad, subrayaba a nuestro reportero el director del Museo Central de la Gran Guerra Patria, Vladímir Zabarovski:
–Hemos planificado ya una serie de actividades colaterales de conjunto con la embajada de Cuba en Moscú, a fin de dar al público la posibilidad de conocer pormenores de aquella visita histórica.
Vladímir Zabarovski indicó que la muestra de estas fotografías excepcionales estará abierta hasta el 22 de mayo.
Fuente: La Voz de Rusia