ASNOVA (del ruso: ACHOBA, abreviatura de Ассоциация новых архитекторов, Asociación de Nuevos Arquitectos) fue una asociación de vanguardia arquitectónica surgida en la Unión Soviética con actividad durante la década de 1920 y comienzos de la de 1930.
Fue fundada en 1923 por Nikolái Ladovski, profesor del Vjutemás y miembro del Obmas, y otros arquitectos considerados racionalistas como Vladimir Krinsky o Nikolái Dokuchayev. A mediados de los años veinte se adhirió al grupo El Lissitzky, lo que supuso un gran impulso para el mismo, participando de forma activa en el desarrollo de la revista Izvestia Asnova, publicada en 1926.1 Konstantín Mélnikov fue miembro del grupo entre 1923 y 1925,2 y también Berthold Lubetkin y Georgy Krutikov.
En esta asociación, sus miembros desarrollaron una gran cantidad de proyectos de corte teórico, pero en muy pocos casos llegaron a ejecutar alguna obra. Mélnikov y Ladosvki fueron los que más lo hicieron, llegando a adjudicarse los puestos primero y segundo respectivamente en el proyecto del pabellón soviético para la Exposición Internacional de París de 1925. En 1932 el grupo se disolvió.
MANIFIESTO DE LA ASNOVA
La ASNOVA considera como su fundamento la concreción material arquitectónica de los principios en que se funda la U.R.S.S.
La ASNOVA considera urgente dotar a la arquitectura de los instrumentos y métodos de la ciencia moderna.
La ASNOVA considera que para el progreso de la arquitectura es necesario actualmente un trabajo común de arquitectos creadores y de la masa de trabajadores-consumidores.
El actual trabajo práctico encontrará su culminación en el plano teórico.
La ASNOVA, insertándose en el ritmo que caracteriza a la capacidad creadora contemporánea, en tanto que la arquitectura se encuentra confrontada cada día con nuevos organismos técnicos, considera como su más importante deber el de establecer los principios generales del campo arquitectónico y liberarle de las formas que le atrofian.
La ASNOVA trabaja en la elaboración de términos científicos exactos para la arquitectura moderna, considerando que son un instrumento fundamental para su perfeccionamiento.
Jzvestia Associacyi Novych Architektorov (Noticias de la Asociación de Nuevos Arquitectos), Moscú, 26 abril 1926
DECLARACION PROGRAMATICA DE LA ASNOVA
Las funciones sociales de la arquitectura proletaria.
La arquitectura de la época de la dictadura del proletariado debe ser un poderoso factor de desarrollo económico-productivo e ideológico-cultural en la construcción del socialismo.
Las formas socialistas de producción y de vida, caracterizadas por llevar la planificación al máximo, condicionan la arquitectura proletaria como máxima expresión de una materialidad exteriormente orgánica. Sin embargo, es imposible concebir la arquitectura como reflejo pasivo de la actuación de las formas socialistas de producción y de vida.
Junto a los otros factores socio-económicos, la propia arquitectura proletaria debe influir en una más extensa planificación de las funciones de la producción y de la vida cotidiana, contribuyendo a profundizar y consolidar su contenido socialista, Al revolucionar y organizar activamente la psicología y la ideología de las masas proletarias, la arquitectura debe elevar la iniciativa y actividad creadora de las mismas en el camino que lleva a la construcción del socialismo, creando un ambiente capaz de contribuir a la actividad creadora. Esta interpretación de la arquitectura obliga, a la hora de asumir las tareas concretas de la arquitectura socialista, a no limitarse a una planificación elemental de los procesos de producción y de vida, dejando a la forma espacial material la simple tarrea de servirlas pasivamente, sino a crear un modo único formado por las propiedades artísticas espaciales, y a ejercer una poderosa influencia organizativa sobre la ideología de las masas.
La arquitectura proletaria, al crecer sobre una elevada base socialista, contraponiéndose poderosamente a la arquitectura clasista reaccionaria en todas sus variedades prerrevolucionarias (eclecticismo, constructivismo, formalismo, así como las distintas formas de arquitectura seudoproletaria), debe mostrar mediante los ejemplos de la construcción actual la perspectiva del gran futuro socialista contagiando su entusiasmo revolucionario a millones de trabajadores de vanguardia del socialismo.
Al resolver el conjunto de las tareas indicadas, la arquitectura del periodo de la reconstrucción -la arquitectura proletaria-. Se transformará en arquitectura socialista.
Sovestskaia Architektura, núms. 1-2, 1931
Fuente: Constructivismo (Ed. Comunicación, 1973)
Fue fundada en 1923 por Nikolái Ladovski, profesor del Vjutemás y miembro del Obmas, y otros arquitectos considerados racionalistas como Vladimir Krinsky o Nikolái Dokuchayev. A mediados de los años veinte se adhirió al grupo El Lissitzky, lo que supuso un gran impulso para el mismo, participando de forma activa en el desarrollo de la revista Izvestia Asnova, publicada en 1926.1 Konstantín Mélnikov fue miembro del grupo entre 1923 y 1925,2 y también Berthold Lubetkin y Georgy Krutikov.
En esta asociación, sus miembros desarrollaron una gran cantidad de proyectos de corte teórico, pero en muy pocos casos llegaron a ejecutar alguna obra. Mélnikov y Ladosvki fueron los que más lo hicieron, llegando a adjudicarse los puestos primero y segundo respectivamente en el proyecto del pabellón soviético para la Exposición Internacional de París de 1925. En 1932 el grupo se disolvió.
MANIFIESTO DE LA ASNOVA
La ASNOVA considera como su fundamento la concreción material arquitectónica de los principios en que se funda la U.R.S.S.
La ASNOVA considera urgente dotar a la arquitectura de los instrumentos y métodos de la ciencia moderna.
La ASNOVA considera que para el progreso de la arquitectura es necesario actualmente un trabajo común de arquitectos creadores y de la masa de trabajadores-consumidores.
El actual trabajo práctico encontrará su culminación en el plano teórico.
La ASNOVA, insertándose en el ritmo que caracteriza a la capacidad creadora contemporánea, en tanto que la arquitectura se encuentra confrontada cada día con nuevos organismos técnicos, considera como su más importante deber el de establecer los principios generales del campo arquitectónico y liberarle de las formas que le atrofian.
La ASNOVA trabaja en la elaboración de términos científicos exactos para la arquitectura moderna, considerando que son un instrumento fundamental para su perfeccionamiento.
Jzvestia Associacyi Novych Architektorov (Noticias de la Asociación de Nuevos Arquitectos), Moscú, 26 abril 1926
DECLARACION PROGRAMATICA DE LA ASNOVA
Las funciones sociales de la arquitectura proletaria.
La arquitectura de la época de la dictadura del proletariado debe ser un poderoso factor de desarrollo económico-productivo e ideológico-cultural en la construcción del socialismo.
Las formas socialistas de producción y de vida, caracterizadas por llevar la planificación al máximo, condicionan la arquitectura proletaria como máxima expresión de una materialidad exteriormente orgánica. Sin embargo, es imposible concebir la arquitectura como reflejo pasivo de la actuación de las formas socialistas de producción y de vida.
Junto a los otros factores socio-económicos, la propia arquitectura proletaria debe influir en una más extensa planificación de las funciones de la producción y de la vida cotidiana, contribuyendo a profundizar y consolidar su contenido socialista, Al revolucionar y organizar activamente la psicología y la ideología de las masas proletarias, la arquitectura debe elevar la iniciativa y actividad creadora de las mismas en el camino que lleva a la construcción del socialismo, creando un ambiente capaz de contribuir a la actividad creadora. Esta interpretación de la arquitectura obliga, a la hora de asumir las tareas concretas de la arquitectura socialista, a no limitarse a una planificación elemental de los procesos de producción y de vida, dejando a la forma espacial material la simple tarrea de servirlas pasivamente, sino a crear un modo único formado por las propiedades artísticas espaciales, y a ejercer una poderosa influencia organizativa sobre la ideología de las masas.
La arquitectura proletaria, al crecer sobre una elevada base socialista, contraponiéndose poderosamente a la arquitectura clasista reaccionaria en todas sus variedades prerrevolucionarias (eclecticismo, constructivismo, formalismo, así como las distintas formas de arquitectura seudoproletaria), debe mostrar mediante los ejemplos de la construcción actual la perspectiva del gran futuro socialista contagiando su entusiasmo revolucionario a millones de trabajadores de vanguardia del socialismo.
Al resolver el conjunto de las tareas indicadas, la arquitectura del periodo de la reconstrucción -la arquitectura proletaria-. Se transformará en arquitectura socialista.
Sovestskaia Architektura, núms. 1-2, 1931
Fuente: Constructivismo (Ed. Comunicación, 1973)