Retrato de Georgi Zhukov
Kotov P. I.
1945
Oleo sobre lienzo
109 x 90 cm
Museo Ruso de San Petersburgo
Georgy Konstantinovich Zhukov (1896-1974), comandante militar soviético, mariscal de la Unión Soviética (1943), cuatro veces Héroe de la Unión Soviética (1939, 1944, 1945, 1956), comisario adjunto del Pueblo de la URSS para la defensa y comandante adjunto- en jefe (desde 1942). Comandante en jefe del grupo de las Fuerzas Soviéticas en Alemania y alto comandante de la Administración soviética (1945-1946). También fue un héroe de la República Popular de Mongolia. El artista pintó este retrato del destacado comandante durante el período en que Georgy Zhukov era comandante en jefe del grupo de las fuerzas soviéticas y jefe de la administración soviética en Alemania.
Hijo de humildes labradores, el general Georgi Zhúkov se convirtió, con toda justicia, en un héroe de la Unión Soviética. En agosto de 1939 fue el artífice de la mayor derrota japonesa en la frontera de Manchuria, y, tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), de la decisiva victoria en la batalla de Stalingrado (2 de febrero de 1943).
En 1941 Stalin, necesitado de militares capaces, lo llamó para reorganizar la defensa de Moscú, amenazado por el avance alemán. Sus brillantes maniobras y la pronta llegada de refuerzos procedentes de Siberia, que dejó al descubierto las defensas orientales de Rusia, consiguieron rechazar al ejército alemán a las puertas de la ciudad.
A finales de 1942, Georgi Zhúkov se hizo cargo del frente de Stalingrado, escenario de una de las más sangrientas batallas de la guerra, donde planeó la espectacular contraofensiva del Ejército Rojo que consiguió cercar al VI Ejército alemán, al mando del mariscal Friedrich von Paulus, en el interior de la propia ciudad, y lo obligó a rendirse.
Las victorias de Zhúkov supusieron un punto de inflexión en el desarrollo de la guerra, ya que infligieron una de las primeras derrotas a las fuerzas alemanas, cuyo avance hasta el momento había sido casi imparable. Bajo su mando, los rusos consiguieron detener el último gran asalto alemán en Kursk, momento a partir del cual la marcha del Ejército Rojo sobre Alemania adquirió un ímpetu irresistible.
En el tramo final de la guerra, Georgi Zhúkov mandó el ejército ruso que tomó la capital de la Alemania nazi. En los últimos años del gobierno de Stalin fue relegado a un segundo plano, pero tras la muerte del dictador su figura se vio rehabilitada y fue reconocido el hecho de que jamás sufriera una derrota a lo largo de su dilatada carrera militar.
Fuente: Biografías y vidas