GUEORGUI KRÚTIKOV. La ciudad voladora, utopía y realidad / S. O. Jan-Magomédov
Traducción a cargo de Miquel Cabal
Cubierta.- Tapa blanda
Idioma.- Español
Tamaño.- 21 x 16 cm
Páginas.- 160. Imágenes.- 100 imágenes B&N
ISBN.- 978-84-939231-9-0
Año.- 2015
Precio.- 25,00 €
Las vanguardias rusas siempre han sido eclipsadas por el constructivismo. La oscuridad aplicada a sus realizaciones, por la falta de información que de ellas se tuvo durante décadas, unido a la brillantez y extraordinaria difusión de las acciones contructivistas, hizo que muchos de sus actores y propuestas quedasen en un segundo plano, cuando no totalmente olvidados.
Traducción a cargo de Miquel Cabal
Cubierta.- Tapa blanda
Idioma.- Español
Tamaño.- 21 x 16 cm
Páginas.- 160. Imágenes.- 100 imágenes B&N
ISBN.- 978-84-939231-9-0
Año.- 2015
Precio.- 25,00 €
Las vanguardias rusas siempre han sido eclipsadas por el constructivismo. La oscuridad aplicada a sus realizaciones, por la falta de información que de ellas se tuvo durante décadas, unido a la brillantez y extraordinaria difusión de las acciones contructivistas, hizo que muchos de sus actores y propuestas quedasen en un segundo plano, cuando no totalmente olvidados.
La editorial Tenov (dir. Llorenç Bonet) ha publicado recientemente, en español e inglés, traducido del ruso, un extraordinario y minucioso estudio realizado por Selim Omárovich Jan-Magomédov, titulado "Gueorgui Krútikov. La ciudad voladora, utopía y realidad". Un título especialmente atrayente y contemporáneo si recordamos las primeras frases de "La Historia de la Piscina", de Rem Koolhaas, texto incluido en "Delirious New York".
"Moscú, 1923. Un día en una escuela un estudiante diseñó una piscina flotante. Nadie recuerda quién fue. La idea había estado en el aire. Otros habían diseñado ciudades voladoras, teatros esféricos, planetas completamente artificiales."
Traducción citada en "Invenciones", por José Juan Barba. Arquitecturas, 07. Editorial UAH, Madrid, 2014. P. 126.
Las propuestas de Krútikov se enmarcan dentro de una competición no declarada que se produjo entre los estudiantes más brillantes de las Vjutemas (Talleres de Enseñanza Superior de Artes y Oficios), tácitamente adscritos a dos grupos: los constructivistas (liderados por Alexandr Vesnín) y los racionalistas (abanderados por Nikolái Ladovski). Fue en aquellos años cuando, en 1927, Iván Leonídov presentó su conocido proyecto de licenciatura: el Instituto Lenin de Biblioteconomía.
La racionalista obra de Gueorgui Krútikov es una muestra que sintetiza parte de las aspiraciones de las vanguardias rusas y la complejidad con la que se desarrollaron. En plena efervescencia constructivista, en 1928, y siendo un aventajado alumno de las Vjutemás, presentó su visionaria propuesta para solucionar la sobre-explotación del planeta: "La ciudad Voladora". Krútikov proponía construir edificios flotando en órbitas geoestacionarias y así liberar la superficie terrestre para el ocio y la actividad productiva. Los habitantes de esta red de ciudades, desarrolladas por todo el planeta, tendrían como transporte una serie de cabinas individuales que les permitirían moverse por tierra, mar y aire e incluso conquistar el sistema solar.
Krútikov se formó en un contexto cultural donde todo parecía posible. Sus aspiraciones voladoras impregnan los montajes expositivos que realizó junto a Lissitzky, su propuesta para el monumento a Colón. Sus primeros proyectos también están impregnados de las ideas del Urbanismo móvil y la arquitectura flexible, que emergerían constantemente en su obra posterior, en propuestas para el teatro experimental, la organización de ciudades comuna o el Palacio de los Sóviets.
S.O. Jan-Magomédov reconstruyó la trayectoría de un arquitecto que se tuvo que adaptar al neoclasicismo estalinista de la década de los treinta, diseñando incluso una de las grandilocuentes estaciones del metro de Moscú, para pasar posteriormente a la defensa del patrimonio de la URSS. Con este libro se rescata del "limbo" parte de la historia del siglo XX, se completa un vació en la historia de la arquitectura que nos permite entender la complejidad del momento y a este enigmático arquitecto.
Fuente: Metalocus