V. I. Lenín en Smolny
Isaak Brodsky
1930
Óleo sobre lienzo
198 x 120 cm
Moscú, Museo Histórico Nacional
Isaaac Israilevich Brodski fue uno de los principales representantes del realismo socialista y durante algún tiempo dirigió la Academia de las Artes de la URSS. En 1922 intervino en la fundación de la Asociación de artistas de la Rusia revolucionaria. Sus escenas de la revolución y de la reconstrucción, pintadas a partir de 1919 y basadas hasta cierto punto en fotografías, son una especie de crónica de las primeras décadas de la URSS. En 1920 recibió el encargo de pintar la sesión de la apertura del II Congreso de la Internacional Comunista, tras su éxito inicial, el monumental cuadro dejo de estar expuesto al público comunista pocos años después, pues presentaba con excesivo realismo a revolucionarios que terminarían siendo acusados de renegados.
Por su parte Brodski se adaptó en sus temas a la nueva situación. Su retrato más conocido de Lenín, en el que el fundador de la Unión Soviética, muerto en 1924, aparece en su despacho sin ningún tipo de glorificación, recuerda mucho a las obras del realismo crítico del siglo XIX. Este cuadro en versión original de 1930 y en tres versiones similares del propio pintor , una del mismo año y las otras dos de años posteriores Las copias "viajaron" por el extranjero y por el interior en el marco de las exposiciones representativas, en tanto que diversos museos soviéticos las reclamaron para formar parte de sus colecciones de manera permanente. Dada su popularidad parecía secundar el lema de Lenín "El arte pertenece al pueblo. Debe hundir sus raices más profundas en las grandes masas trabajadoras. Tiene que se comprendido y apreciado por ellas".
En el retrato póstumo de Lenin, Brodski cumple más que de sobra con los requisitos formales y de contenido oficialmente establecidos, se aprecia a un hombre de perfil que da la impresión de cansancio, con la cara ensombrecida, al que aparece abrumarle la responsabilidad y no le resulta fácil decidir. El espectador contemporáneo debía percibir que sus representantes actuaban con sentido de la responsabilidad y con circunspección. V.I Lenín en Smolny queda a mucha distancia de los intentos de convertir en héroe a Stalin, cuyos retratos, sin embargo, se realizaron casi todos en vida, en ellos aparecía en contacto con " el pueblo " como un hombre jovial vestido de uniforme la mayor parte de las veces, siempre idealizado y sin llevar a cabo nunca un trabajo concreto. Era el administrador de legado de Lenin , y se le representaba para su propia legitimación ,mientra que el propio Lenin que fue objeto culto tras su muerte , era representado por su hechos, no sólo como teórico genial y como formidable creador de la revolución , sino como hombre con los oidos abiertos a los problemas y necesidades de todos. De ahí que aparecía sentado en un sillón en el ambiente pequeñoburgués de su despacho en Smolny, a la sazón sede del gobierno, mientras se informa de la actualidad leyendo el periódico. Evidentemente, no se debe escenificar la importancia de Lenin, la función operativa del cuadro queda a merced del conocimiento y valoración, por la cual, con su renuncia al pathos, conserva toda su soberanía visto desde la perspectiva actual , aunque las maneras pictóricas puedan interpretarse como un retorno a la pintura naturalista del siglo XIX.
Fuente: Pinturas de Vanguardia